BERLÍN
El plan, denominado “Moonlight”, permitiría a la ESA ofrecer servicios de comunicaciones y navegación a cualquier país que desee realizar misiones de exploración lunar.
Al confiar en los servicios proporcionados desde la órbita lunar, las agencias espaciales podrían diseñar sus módulos de aterrizaje lunar sin la necesidad de dispositivos de navegación y comunicaciones engorrosos a bordo. Esto liberaría espacio para transportar otra carga, haciendo que cada lanzamiento sea más rentable, dijo Paul Verhoef, director de navegación de la ESA.
El proyecto se basa en uno de los puntos fuertes de la agencia: el lanzamiento de satélites para proporcionar servicios a terceros. La ESA tiene una flota de satélites de observación en órbita alrededor de la Tierra que suministran datos meteorológicos, climáticos y de otro tipo a empresas públicas y comerciales.
También tiene una constelación de satélites de navegación, conocida como Galileo, que proporciona datos de posicionamiento global de alta precisión para competir con el sistema GPS con sede en EE. UU.
Pero también destaca la debilidad de la agencia europea: a diferencia de Estados Unidos, China o India, la ESA carece de programas propios de exploración lunar ambiciosos. En cambio, la ESA espera asociarse con la NASA para construir una "puerta de entrada lunar" que sería un punto de partida para futuras misiones lunares.
La propuesta esbozada por la ESA el jueves verá a dos consorcios internacionales idear formas de construir un servicio de navegación y comunicaciones lunares confiable y dedicado.
El primer satélite de este tipo, llamado "Lunar Pathfinder", estará operativo en 2024.
David Parker, director de exploración humana y robótica de la ESA, dijo que los estados miembros de la agencia recibirían una propuesta formal para una constelación el próximo año.
"Si se aprueba, el proyecto podría comenzar a toda máquina a principios de 2023 para garantizar que esté operativo dentro de cuatro o cinco años", dijo.