Un hombre que afirmó tener una bomba en una camioneta estacionada cerca del Capitolio de Estados Unidos se entregó a las autoridades, luego de horas de negociaciones y la movilización de fuerzas del orden en la zona.
El individuo, identificado como Floyd Ray Roseberry, de 49 años, de Carolina del Norte, salió del vehículo poco antes de las 2:30 p.m., luego de una negociación que duró casi cinco horas, y fue arrestado.
Roseberry permaneció horas sentado dentro de una camioneta negra tipo pickup afuera de la Biblioteca del Congreso, en la zona del Capitolio, y dijo a los policías que traía una bomba consigo, lo que generó una pronta respuesta para determinar si se trataba de un dispositivo operable, informaron las autoridades.
La policía desalojó varios edificios de la zona que rodea al edificio luego que los agentes vieron al hombre sosteniendo lo que parece ser un detonador, afirmó el jefe de la Policía del Capitolio de Estados Unidos, J. Thomas Manger.
Los negociadores de la policía se comunicaban con el hombre, que escribía notas y se las muestra a las autoridades desde el interior del vehículo, de acuerdo con tres personas que no estaban autorizadas a discutir públicamente del asunto y que hablaron a condición de mantener el anonimato.
El episodio inició alrededor de las 9:15 de la mañana, cuando la camioneta subió a la acera afuera de la biblioteca, detalló Manger. El vehículo no tiene placas.
La policía distribuyó francotiradores en el área cercana al Capitolio y la Corte Suprema y desalojó varios edificios que conforman el complejo del Capitolio. El Congreso se encuentra en receso esta semana, pero personal fue visto saliendo a pie del área tranquilamente con dirección a los agentes.
La capital del país ha vivido un periodo tenso desde la insurrección del 6 de enero en el Capitolio de parte de partidarios del entonces presidente Donald Trump. Un cerco rodeaba la zona del Capitolio desde hace meses, pero este verano fue retirado. Un día antes del incidente en enero, alguien dejó una bomba casera en las sedes del Comité Nacional Demócrata y del Comité Nacional Republicano en Washington. No ha habido arrestos por la colocación de las bombas.
Automóviles de la policía y barricadas cercaron la zona, y cerca se instalaron varios camiones de bomberos y ambulancias. También respondieron la Policía Metropolitana del Distrito de Columbia, el FBI y el Departamento de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF por sus siglas en inglés).
La Casa Blanca dijo que estaba monitoreando la situación.