Muchos hospitales cuya capacidad ha quedado rebasada y que se han quedado sin camas disponibles están colocando a pacientes graves de COVID-19 en aviones, helicópteros y ambulancias para enviarlos a cientos de kilómetros (millas) de distancia para que sean atendidos en otros estados.
La propagación de la variante delta del coronavirus, combinada con las bajas tasas de vacunación, ha llevado a los hospitales al límite en varias entidades, lo que ha resultado en una búsqueda desesperada de camas disponibles.