La antología de series de drama y misterio “Masterpiece” de PBS llegará a su 50 aniversario hoy domingo y podría dormir en sus laureles, gracias a programas aclamados como “I, Claudius” y “Elizabeth R” así como éxitos de la cultura pop más recientes como “Sherlock” y “Downton Abbey”.
Aún así, la productora ejecutiva de “Masterpiece” Susanne Simpson dijo que se prepara para seguir prosperando al enfrentar retos impuestos por una industria de medios cambiantes así como llamados cada vez mayores por la diversidad.
“‘Masterpiece’ es importante para el sistema de PBS. Nuestros espectadores esperan que sigamos encontrando lo mejor” en televisión, dijo Simpson, incluso a pesar de que la competencia de las plataformas comerciales aumenta.
Con un número cada vez mayor de servicios de streaming y otros medios que compran y presentan programas con voracidad, incluyendo los dramas británicos que son característicos de “Masterpiece”, este programa de televisión público se está volviendo cada vez más agresivo en el mercado, dijo Simpson.
SU DEBUT
Simpson se unió a la antología hace casi 14 años y se convirtió en productora ejecutiva en 2019. Es la cuarta persona en ocupar este puesto desde que “Masterpiece” debutó el 10 de enero de 1971, con la miniserie “The First Churchills”.
“Estamos invirtiendo antes y estamos coproduciendo más temprano en proyectos, de manera que estamos en la posición de dar dinero para desarrollo de los guiones”, dijo Simpson. “Tengo unos 15 proyectos esperando en mi escritorio, y voy a tomar una decisión pronto sobre uno de ellos porque hay mucha competencia para estos proyectos”.
Cuando “Masterpiece” estaba a cargo de la productora ejecutiva Rebecca Eaton a mediados de la década de 1980, ella “podía sentarse” y pensar en su elección de programas producidos en Gran Bretaña, dijo Simpson.
Por extraño que parezca ahora en la época de la celebrada “The Crown” de Netflix y su nueva sensación multiétnica “Bridgerton”, en ese entonces los canales de Estados Unidos solían evitar los dramas británicos porque “se pensaba en general que nadie podía entender el acento”, recordó Eaton. Peor aún, pensaban que sonaba demasiado refinado para los estadounidenses.
Pero en 1985, de pronto había “alguien más en el juego” fuera de PBS y el canal A&E, dijo Eaton, quien es ahora productora ejecutiva a distancia de “Masterpiece”.
NO A LA COMPETENCIA
“HBO se abalanzó a hacer ‘Elizabeth I’ con Helen Mirren, lo cual fue un verdadero shock porque considerábamos cómodamente que ‘Elizabeth I’ era nuestra”, dijo. “Masterpiece” había transmitido “Elizabeth R” la miniserie de 1972 con Glenda Jackson en el papel de la monarca, una inversión que HBO ignoró alegremente.
“Masterpiece” no puede competir con los presupuestos de Netflix o HBO, dijo Simpson, pues depende de patrocinadores corporativos como Viking y Raymond James así como donativos grandes y pequeños de los espectadores (no se proporcionaron cifras específicas). Pero dijo que obtiene la mayor parte de las relaciones con los productores como Colin Callender, cuya versión actualizada de “All Creatures Great and Small” comienza la nueva temporada de “Masterpiece” el domingo.
Public Broadcasting Service también se asegura de que su programación llega a los espectadores, especialmente los jóvenes, sin importar dónde y cómo ven televisión, pues cada vez es menos en una pantalla pegada a la pared. Mientras que PBS puede ser vista principalmente la televisión tradicional, sus programas (e iniciativas educativas) están disponibles en internet.
“Masterpiece” se puede ver por streaming en PBS.org y en la aplicación de video de PBS para una audiencia menor que su público en transmisión lineal, con cerca de 40% menor de 55 años, de acuerdo con PBS.
MAYOR INCLUSIÓN
La antología también responde al llamado cada vez más fuerte para una mayor inclusión en los proyectos de Hollywood, dijo Simpson. Eso podría parecer abrumador en cuanto a diversidad étnica, pues los dramas de época tradicionalmente se inclinan por los elencos blancos, pero dijo que se puede y está siendo hecho.
Eso requiere la cooperación de los productores de televisión británicos, cuya industria enfrenta sus propias críticas por minimizar por mucho tiempo a la gente de color como actores y creadores.
“Estamos tenido algunas conversaciones serias, muy buenas en las que me ha quedado claro que nuestros productores británicos están tan comprometidos como nosotros”, para agregar diversidad, incluyendo la escritura, dirección y actuación, dijo Simpson.