Una guapa rubia espera a su cita en un bar. El susodicho le llama por teléfono y le pide que salga a encontrarse con él, pues no encuentra el restaurante. La joven sale y se adentra en un callejón mientras habla con el individuo. Se podrán imaginar lo que viene después.
¿Ooootra película de Scream?Una de las virtudes de esta cinta es que juega con nuestras expectativas desde los primeros minutos, con un giro bastante sorprendente y macabro.
Detrás de una máscara, están los elementos clásicos de esta exitosísima saga, abordados desde una narrativa muy meta, autorreferencial y que se ríe abiertamente de sí misma: nunca separarse, desconfiar del interés romántico, el nuevo siempre es el sospechoso.
Detrás de otra de las máscaras, está el uso de los personajes de las primeras películas (que seguro lograrán gritos de regocijo en los fans) y un juego de reconstrucción de relatos, hilando las entregas anteriores.
La ventaja de esto es que, aunque no sea uno muy experto en la historia de Scream, logra entender con bastante claridad el pasado de los protagonistas -no es necesario chutarse todas las secuelas previas.
Pero finalmente la mayor ventaja está en cómo una franquicia se reinventa con esa mezcla de sangre nueva y vieja que literalmente, corre a raudales: ésta es, probablemente, la película más gráfica y violenta.
Hay las dosis correctas de miedo y risa, homenaje y frescura, novedad y nostalgia. Aunque no sean fans del terror ni de los slashers (como es el caso de la que esto escribe), podrán disfrutarla.