CIUDAD DE MÉXICO.-Los corridos, que tan de moda están hoy en varios países, tienen su origen nada menos que en el siglo 19.
Se derivan de manifestaciones artísticas surgidas en la Independencia y se volvieron populares entre la población durante la Revolución Mexicana. Desde entonces se han apagado, popularizado y transformado. Hoy, con la moda del corrido tumbado, están obteniendo una notoriedad curiosa.
Camilo Lara, músico y ejecutivo discográfico, coincide con Adelaido Solís II, mejor conocido como Payo, de Grupo Frontera, en que el corrido tumbado forma parte de la necesidad de expresión de una generación que busca su propia identidad y que lo hace mezclándola con algo de rap, pop o incluso reguetón.
"Hay muchísimos exponentes que son muy buenos, y me gusta porque lo exponen a su manera. El corrido deja de ser para mayores y es para jóvenes. Expresa las necesidades de una nueva generación, incluso es muy contestatario, por eso cruza con el rock, con la cumbia", explica Lara.
Hace unos días, Peso Pluma se convirtió en el primer intérprete que cantó en español en The Tonight Show Starring Jimmy Fallon, en Estados Unidos, mientras que Frontera sigue en los cuernos de la luna con su canción "un X100to", con Bad Bunny como colaborador.
Junto con ellos, hay exponentes del género estilizado, que se caracteriza por integrar sonidos más duros, no tan melódicos, y que son ídolos de jóvenes entre 15 y 30 años en promedio: Natanael Cano, Junior H, Santa Fe Klan, Eslabón Armado, Fuerza Regida, Danny Félix y Herencia de Patrones.
Si en las últimas cinco décadas Los Tigres del Norte impusieron su hegemonía con los corridos, y durante una época hubo en el País un auge de ramificaciones como los narcocorridos, en redes sociales y plataformas predominan ahora las estrellas mencionadas con su propia metodología expresiva: clara y directa.
"Uno canta lo que es del pueblo y lo que le gusta a la gente: si es corrido tumbado, si es hip hop, si es trap, si es rap, si es pop, si es ranchero y le va poniendo de su gusto. Creo que lo chido es que sea con nuestro lenguaje; no se trata de complacer, se trata de expresar, de decirlo como es", cuenta Santa Fe Klan, quien ha grabado con Gera MX corrido tumbado.
Danny Félix, llamado "El Arquitecto del Corrido Tumbado" y autor de una veintena de éxitos en este género, como "Soy el Diablo", que canta Natanael Cano con Bad Bunny, comparte su opinión acerca del fenómeno que se ha vuelto esta música, incluidos sus propios discos y colegas a los que les ha compuesto piezas, como Tito Torbellino Jr. y Luis Coronel.
"Pegaron porque el sonido es muy diferente a lo que sonaba en el momento. Natanael era muy joven, tenía como 16, 17 (años), igual que Junior H. Casi nunca ves a jóvenes de esa edad y los jóvenes quieren estar en su misma sintonía.
"La letra de las canciones de los corridos era más cercana a los narcocorridos, la mafia, y se fue a la calle, a lo que viven. A los morros les gusta porque conecta mejor, son cosas que están viviendo ellos", expresa Danny Félix, quien colaboró con Karol G en "200 Copas".
El corrido tumbado ha tenido tanta exposición recientemente en Estados Unidos y en el norte de México que se volvió un fenómeno de conciertos y encuentros con fans para estrellas jóvenes, como Peso Pluma y Natanael Cano, quienes se han mostrado más próximos a su audiencia.
"Natanael, Peso Pluma, Junior H, están haciendo cosas muy interesantes y son diferentes a los que hacen reguetón, como Karol G y Bad Bunny.
"El reguetón es popular hoy, pero tardó muchos años en establecerse, y me da gusto que ya sea hora de que el corrido, tanto a nivel nacional como internacional, esté teniendo mucha visibilidad, que suena, que se escucha", apunta Lara, titular del IMS (Instituto Mexicano del Sonido).
De las características más elementales de este género en cuestión, sus letras son muy claras y explícitas y abordan drogadicción, crimen, delitos de diversa índole, sexualidad y moral sin metáforas ni rebuscamientos.
- Además, coinciden algunos de los entrevistados, plataformas como TikTok e Instagram han impulsado la aceptación y propagación del género porque son amigables con la audiencia joven y conectan directamente con ella, ya que no necesitan intermediarios y su música forma parte de la cotidianidad.