Su rock alternativo regresó a Monterrey luego de cinco años para conquistar a unas 21 mil 300 almas reunidas en el Estadio de los Borregos, donde familias completas disfrutaron de la deslumbrante producción, que desplegaron con su Mercury World Tour.
Atento, con celular en mano, el público apuntó sus miradas al centro del escenario para ver la llegada de un energético y carismático Dan Reynolds, vocalista y líder del cuarteto, quien los eclipsó con su cantó y buenas puntadas. También la sencillez del cantante- además de sus cuerpo musculoso que dejó al descubierto desde la tercera canción- sumaron para que las mujeres no lo perdieran de vista todo el tiempo.
Estos dragones orquestaron una noche inolvidable para sus fans, quienes se entregaron con una desbordante energía. Y esa buena vibra llegó hasta la banda, pues los músicos entraron en calor desde que iniciaron el concierto, a las 21:19 horas. Su líder salió a cantar en unos cómodos shorts y una camiseta blanca de tirantes. Las primeras llamaradas musicales fueron "My Life" y "Believer", que lanzaron a un mar de gente sedienta de su rock.
Hasta el clima se puso a modo con un suave viento, que sumó para crear una atmósfera perfecta en esta celebración.
"Qué gusto estar con ustedes", saludó en inglés Reynolds.
"Es una noche muy bella, celebremos la vida, amémonos, seamos amables los unos con los otros. En este corto tiempo que estemos aquí, dejemos el odio. Tengamos amor y seamos felices", fue el consejo del cantante.
El público siguió al pie de la letra su indicación y se dejó llevar por el movimiento musical que orquestó esta banda formada en Las Vegas, que cada vez agrega nuevas generaciones entre sus seguidores.
En su concierto hubo niños desde los 5 años, que brincaron con su suave rock.
"¿Quién viene a su primer concierto, pero el primero primero de su vida?", preguntó el vocalista, padre de cuatro hijos.
"¿Puedo cantar contigo?", le dijo a un niño del público. Abraham, de 11 años, subió al escenario y con una gran sonrisa se sentó al lado del cantante para interpretar juntos el inicio de "Thunder"; a ellos se les unió la audiencia con un coro masivo.
La banda que en el 2015 fue headliner del Festival Pa'l Norte, y que posteriormente regresó a Monterrey en 2018, tuvo un momento épico al mover a multitud con temas como "Enemy", "It's Time", "Natural", "Amsterdam", "Whatever it takes", "Demons", "Bones" y "Radioactive".
Los ganones del concierto fueron los ubicadas frente al escenario, pues pudieron tocar hasta los músculos del cantante cuando éste bajó para entonar "Bet My Life".
"¡Los amo! Los extrañamos. Quisiera poder expresar mi gratitud en palabras, pero no puedo. Estoy muy agradecido con ustedes por estar aquí", dijo Reynolds, de 35 años "Gracias por seguirnos todos estos años, que ya son 10. Y vamos por otros 10 y 10 y 10 y 10, hasta morir. ¡Mientras sigamos vivos!".
Fue mientras cantaba "Amsterdam" cuando alguien del publicó le entregó una bandera de México, que el vocalista desplegó y después colocó sobre el micrófono para seguir cantando.
Antes de interpretar uno de sus mayores hits, "Demons", hizo un momento para recordar a todos lo valiosa que es la vida.
"Tu vida siempre vale la pena vivirla. Continúa despertando, continúa respirando. Te necesitamos, quédate con nosotros".
En un ambiente más festivo, con decenas de coloridos globos gigantes volando en el estadio, llegó "On The Top of The World".
La llamarada fulminante llegó con "Radioactive", y el show culminó a las 23:06 con "My Life", dejando a un público feliz y complacido.