Guadalajara, Jalisco.- Y, de repente, el teatro Galerías se transformó en un decadente centro nocturno europeo de finales de los años 20.
Mil 450 asistentes disfrutaron anoche de un verdadero espectáculo de la época con el musical "Cabaret".
Eran las 18:16 horas de ayer cuando dio inicio la primera de dos funciones de la puesta en escena protagonizada por Itatí Cantoral en el papel de Sally Bowles y Flavio Medina, como el maestro de ceremonias, quienes formaron parte de la versión que se realizó en 2004.
Tras el anuncio de la tercera llamada se levantó el telón del Kit Kat Club de Berlín, al tiempo que comenzó la orquesta en vivo y el maestro de ceremonias dio la bienvenida a los clientes que decidieron recibir el Año Nuevo (1929) en este lugar tan peculiar.
Desde el inicio, "Cabaret", bajo la dirección de Mauricio García Lozano, enganchó a los tapatíos.
Aunque sin duda, lo mejor del musical fue llegando poco a poco con la aparición de Sally Bowles en escena, la cantante estrella del Kit Kat Club, quien se enamora de un escritor estadounidense.
Conforme la historia de amor y diversión entre ellos se desarrolla, la audiencia va soltando más carcajadas y aplausos de cuando en cuando.
Desde la escenografía, que se realizó en colaboración entre un staff de Guadalajara y Ciudad de México, la producción cuidó la atmósfera de Berlín de los años 20, donde su gente exploraba la libertad al máximo y se suscitaba el ascenso al fascismo.
Sally Bowles y su amado escritor llevan su amor hasta el punto de esperar un bebé, pero cuando la historia parece ir viento en popa, ésta se transforma en tragedia, porque la estrella musical decide abortarlo y quedarse en Berlín, mientas que su amado se refugia en París.
El musical Cabaret fue escrito por Joe Masteroff, con música de John Kander y Fred Ebb, que es a su vez una adaptación de la novela Goodbye to Berlin, de Christopher Isherwood.
La obra ha sido representada en más de 50 países y en 1972 fue llevada a la pantalla grande Liza Minnelli como Sally Bowles.