Charlie Vickers confiesa que simpatiza con Sauron, el gran villano de J.R.R. Tolkien, un ser cruel y embaucador que amenaza a la Tierra Media, y a quien interpreta en la pantalla.
“Debo de hacerlo como actor”, aclara el australiano, de 32 años, en una entrevista. “Al interpretarlo debo tratar de entenderlo, yo no lo veo ... es decir, no me ayuda mirarlo como un tipo malo.
Por supuesto, sé que eso, ser ‘el malo’, es su propósito en la historia, pero debo tratar de hallar motivaciones en todo lo que hace, y todo está en los textos (de Tolkien). Simpatizo con él... a veces”.
Sauron fue la espina dorsal de la segunda temporada de Los Anillos de Poder, recientemente finalizada, que explora su ascenso y caída, miles de años antes de los sucesos de El Señor de los Anillos.
Como el otrora lugarteniente de Morgoth (primer Señor Oscuro), Vickers hizo un despliegue de todo su registro interpretativo: a veces, terrible y siniestro; otras, encantador y seductor.
MUY HONESTO“Creo que nunca sabremos si es honesto o siempre engaña. A mí, de cualquier forma, no me gusta tomar una decisión al respecto. Como actor debo tratar e interpretar estas cosas con verdad, honestidad.
Pero desde una perspectiva de la audiencia, es mejor no saberlo...”, agrega.
Sauron no tuvo rostro humano en la trilogía fílmica de Peter Jackson (2001-2003), sino que fue mostrado como un ojo llameante en una torre y, en el prólogo, como una figura en armadura.
Ubicada en la llamada Segunda Edad, Los Anillos de Poder está basada en unos difusos apéndices de Tolkien, un lienzo con muchos espacios para que los showrunners pinten.
Los recientes episodios han sido polémicos para los fans más puristas, defensores de que a Tolkien sólo se le puede adaptar con profunda literalidad.
CUENTA SUS ENGAÑOSPor ejemplo, mostraron que, otra vez, Sauron le ofrece una alianza a la elfa Galadriel (Morfydd Clark) y ella lo rechaza, algo jamás escrito por el británico.
“Pienso que Galadriel y él nunca habrían sido rey y reina. Él habría sido rey y ella habría sido... su asistente, a lo mucho”, opina Vickers.
Disfrazado de Annatar, un ser de luz, engañó al elfo herrero Celebrimbor (Charles Edwards) y orquestó la creación de anillos de dominación: 3 para los elfos, 7 para los enanos y 9 para los hombres.
Vickers, quien antes era un actor prácticamente desconocido, selló su contrato en la serie pensando que su papel era Halbrand, un rol fuera del canon de Tolkien, presunto rey de las Tierras del Sur.
J.D. Payne y Patrick McKay, los showrunners, le revelaron la verdad, a mitad de la primera temporada: que era suyo uno de los antagonistas más codiciados de la industria.
TAMBIÉN ES VÍCTIMAIngresó también al proyecto como un neófito en la obra del reverenciado escritor, pero meticuloso hasta lo sumo, ya es uno de los mayores expertos del elenco.
Preguntas que en otro famoso generarían dudas y vacilaciones, Vickers las encara con la seguridad de alguien que ha leído y releído a Tolkien.
CON CORONA AJENALa serie también presentó la corona de Morgoth, que sirve para Sauron como ambición del poder absoluto y objeto de temor y respeto, considera Charlie Vickers.
“Debió haber veces en que Sauron tuvo miedo de Morgoth. Él ha visto lo que esa corona puede hacer. Morgoth fue un gran nihilista que acabó destruyéndose a sí mismo en el camino. Sauron no quiere cometer los mismos errores, pero al mismo tiempo siente una increíble tentación por el poder”, considera.