El príncipe Enrique y Meghan, el duque y la duquesa de Sussex, fueron recibidos el jueves en Colombia por la vicepresidenta Francia Márquez en su primera visita al país sudamericano, donde promoverán la salud mental para los jóvenes y la lucha contra el acoso cibernético, una de sus últimas causas filantrópicas.
Los duques fueron invitados a la residencia de la vicepresidenta, ubicada en el centro de Bogotá, a tomar un café colombiano con un típico pan de bono, a base de queso y yuca. Tras el encuentro, Márquez y Meghan se saludaron efusivamente, de acuerdo con una fotografía difundida por la Fundación Archewell, fundada por el príncipe y su esposa.
Márquez, activista de derechos humanos y la primera afrodescendiente en ocupar la vicepresidencia en Colombia, prometió mostrar al príncipe y a la duquesa la riqueza cultural del país y el trabajo que adelantan para combatir la desigualdad donde la pobreza alcanza al 33% de su población, una de sus misiones paralelas como ministra de la Igualdad.
La vicepresidenta señaló en una rueda de prensa previa al recibimiento de los duques, que su visita busca "tender puentes y abrir puertas" para visibilizar y atender un" problema que hoy preocupa a toda la humanidad: el ciberacoso", especialmente por su afectación a niños. Ella misma dijo haber sido víctima de "12.000 ataques racistas" el año pasado.
Márquez relató que la visita se gestó desde un año atrás cuando invitó a Meghan a visitar Colombia en julio, en el marco de la celebración de las niñas y mujeres afrodescendientes. Sin embargo, recibió una carta de vuelta con la negativa de su asistencia, pero con la intención de realizar un viaje posterior.
La vicepresidenta acompañará el jueves a los duques de Sussex a un recorrido artístico que buscará mostrar el "rico patrimonio cultural del país" y su historia, según informó su oficina la víspera.
También visitarán una escuela de Bogotá para interactuar con estudiantes que están explorando el panorama digital y sus efectos en la sociedad, uno de los intereses de los duques en su Fundación Archewell, una organización sin fines de lucro donde conformaron una "red de padres" que, según describen en su página web, trabaja con familias cuyos hijos han sufrido acoso cibernético, explotación sexual, depresión u otros traumas relacionados con el uso de las redes sociales.
En la tarde, el príncipe y Meghan asistirán al foro "Futuro digital responsable" a realizarse en la Universidad EAN, al norte de Bogotá. "El foro abordará la necesidad urgente de prácticas tecnológicas responsables, particularmente en el Sur Global, donde el impacto negativo de la tecnología se siente de manera desproporcionada", agregó el comunicado de la vicepresidencia.
Enrique es nieto de Isabel y está sexto en la línea sucesoria del trono británico. Antes de casarse con Enrique, Meghan Markle era una actriz estadounidense protagonista de la serie de televisión "Suits". En 2020 la pareja renunció a sus deberes reales y se distanció de la familia real.
Se prevé que el sábado se desplacen al Caribe colombiano, donde podrían visitar San Basilio de Palenque, un pueblo de cerca de 3.500 habitantes al sureste de la turística Cartagena, que fue fundado en el siglo XVII por esclavos fugitivos. Sus habitantes mantienen tradiciones culturales que tienen raíces africanas y fueron incluidas en la lista representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad de la Unesco.
El domingo, el príncipe y Meghan visitarán Cali, una de las ciudades más importantes de la zona del Pacífico colombiano, donde asistirán al foro "Mujer afro y poder". Valle del Cauca, departamento donde se ubica Cali, tiene la población de afrodescendientes más numerosa en Colombia.
La duquesa de Sussex había anunciado en su podcast en octubre de 2022 que descubrió a través de la prueba basada en ADN que era "un 43% nigeriana" y ha dicho que está muy orgullosa de sus raíces africanas.
La agenda se mantuvo en reserva hasta pocas horas antes la llegada de los duques de Sussex por cuestiones de seguridad, según la oficina de prensa de presidencia. En Colombia persisten grupos armados ilegales, pese a que en 2016 el Estado firmó un histórico acuerdo con la guerrilla Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, dando fin a cinco décadas de confrontaciones.