En los 90, Televisa planeó llevar a la pantalla grande, hasta ese momento, 9 de las 10 novelas escritas por Paco Ignacio Taibo II, pero Emilio Azcárraga Milmo, entonces mandamás de la televisora, canceló el proyecto cuando Sergio Goyri había filmado apenas una tercera parte de la saga.
El 12 de octubre, cuando en México se conmemora el Día de la Raza, este entrañable detective, ya clásico, ahora en los zapatos (y el tono) de Luis Gerardo Méndez, retorna a la pantalla, vía Netflix, con una ambiciosa serie, Belascoarán, que recrea el entonces D.F. (Distrito Federal) de los años 70.
"Me pareció como una carta de amor al Distrito Federal (ahora CDMX). En ese sentido, Belascoarán a mí me reconcilió de alguna manera con la Ciudad. Creo que todos tenemos una relación amor-odio con la Ciudad de México. Es inevitable, por lo caótico, por el tráfico, por la inseguridad, por la corrupción.
"Pero, por otro lado, tiene una belleza innegable y una cultura apabullante por todos lados. Es colorida, puedes hacer lo que quieras y, hoy por hoy, es probablemente la ciudad más 'cool' del mundo, ¿no?", opina Luis Gerardo Méndez, quien desde hace siete años radica en Los Ángeles, California.
Añade que al leer los guiones ese desencanto que tenía por la Ciudad fue desvaneciéndose, al grado que filmando la serie en locaciones emblema de la Capital renovó sus votos por el lugar donde se ha formado en muchos sentidos, aun cuando nació en Aguascalientes.
Y es a través de la primera historia publicada, "Días de Combate", con la que el protagonista y el equipo de realización apuestan por darle una nueva vida a este chilango que dejó su rutinaria vida de ingeniero y su aburrido matrimonio para cazar a un estrangulador de mujeres.
Precisamente en esa disyuntiva actor de Nosotros los Nobles y Club de Cuervos encontró la motivación de construir un Belascoarán muy distinto a los que han desfilado por la pantalla desde hace 40 años.
"Belascoarán tiene algo muy lindo, que es este mexicano que desea un cambio, que está viendo que la situación de la ciudad es terrible, que estamos hundidos en esta situación de violencia, corrupción y demás, pero él sí hace algo al respecto.
"Sí dice: 'A la mierda mi carrera como ingeniero, a la mierda mi esposa. ¡a la mierda todo esto. Voy a hacer un cambio! Y aunque empieza como una broma que se hace a sí mismo, después se la toma muy en serio", medita el actor.
De modo que trabajó por su cuenta un estilo de voz (muy cantadito) y una vena con humor (que no tienen las novelas) que, admite, cuando los compartió con el equipo de producción, desconcertó a todos, por lo que tuvo que pedir el voto de confianza para llevarlos adelante.
También fue endureciendo la piel y templando la vis de un detective empírico, pero muy determinado, con el deseo de experimentar un amplio arco dramático a lo largo de los tres episodios que conforman esta temporada inicial que, por su duración, de más de hora y media, son formalmente largometrajes.
"Era muy importante para nosotros que tuviera ese giro y, no sé... era también esa cosa de la voz, que le da cierta comedia, para mí era muy importante encontrarle la voz al personaje".
Coestelarizada por Paulina Gaytán (como "La Chica de la Cola de Caballo"), Silverio Palacios (como el plomero Gómez Letras) e Irene Azuela (como Elisa), entre varias figuras, Belascoarán estará bajo la batuta de tres directores mexicanos: Ernesto Contreras (Asesino del Olvido), Hiromi Kamata (Historia de un Crimen: Colosio) y Gonzalo Amat (Fargo).
El regreso del detective es inminente y su deseo por conectar con los jóvenes lo ha hecho abrir una cuenta de Twitter (verificada), por la que interactúa ya con casi 4 mil seguidores hasta ahora.
"Es con fines mercadológicos, pero no puedo negar que me emociona esto y me divierte", asume Méndez.