CIUDAD DE MÉXICO.- Natalia Téllez no se define como una romántica, pero sí cree en el amor y por lo mismo aseguró que le han roto muchas veces el corazón, como le pasó con Christopher Uckermann, y la puesta en escena "Siete veces adiós", en la cual debutó oficialmente la noche de ayer; le ha ayudado a cerrar sanamente ese capítulo en su vida.
"Esta obra ha sanado bastante de esa relación, porque hay muchas cosas en esta historia que me recordaron a nuestra historia, es bellísimo poder hacerle un tributo a relaciones pasadas y dejarlo ahí con mucho amor, creo que él y yo nos pudimos despedir finalmente con mucho amor como hacen ellos. Esta obra resignificó cosas que he vivido, yo soy muy cínica y sarcástica pero esto tiene algo de tristeza y enojo, y esta historia lo celebra desde la ternura y el perdón, yo necesitaba mucho esto; me llegan los proyectos como para terapiarme porque solita no llego", comentó Natalia.
Téllez explicó que después de su rompimiento, el cual no se dio de la mejor manera ya que hubo infidelidad por parte de él, dejó que pasara un tiempo para volver a hablar con él sobre lo sucedido, algo que le hizo mucho bien porque es alguien a quien quiere mucho.
Ella y Vince Miranda debutaron en los papeles de Ella y Él, quienes a través de la narración del Amor, personificado en la figura de Lamore, llevan al público a un viaje por su relación a lo largo de siete años, en la cual el tiempo comienza a hacer estragos pese al esfuerzo de uno de ellos.
"Lo que más me gusta de esta historia, es que las historias de amor perfectas muchas veces terminan y es por salud mental, es por amor y las cosas son eternas mientras duran y así está bien. Me he cuestionado muchas veces el amor romántico, lo hecho en programas y con amigos, y esta obra va de esto porque no sólo plantea el lado bonito, también el dolor y la manera en que la gente tiene que aceptar que para que sea una verdadera historia de amor hay que saber despedirse, es parte del amor romántico no queremos ver, no llegamos hasta ahí sino hasta el felices para siempre", dijo Téllez.
Para Vince es toda una experiencia vivir la historia que él creó junto a Alan Estrada, Jannette Chao y Salvador Suárez, ahora desde el escenario junto a Natalia, porque ahora tiene que poner todos sus sentidos y emociones para darle vida a Él.
"Fue una obra que creamos no precisamente desde nuestras historias, pero vienen desde el corazón de los cuatro, entonces está nuestra alma puesta en ella, me encuentro a mí en todos lados y en el proceso de creación lo voy redescubriendo ahora como actor, ha sido un viaje muy distinto, sorprendente y divertido", dijo Vince.
Un reto para Natalia TellezNatalia confesó que no fue nada sencillo asumir este reto, porque si bien ya había estado en "Monólogos de la vagina", que era lectura en atril, y había trabajado en cine y televisión, el debutar en el teatro fue algo totalmente diferente y compartió que antes de dar sus primeras funciones moría de nervios, pero en esta ocasión contó con el apoyo de Consuelo Duval, que fue su madrina.
"Fue su cumpleaños y agradezco que después de su fiesta venga a celebrarme, además ella y Alejandra Bogue me dieron consejos, sobre todo para estudiar, me dijeron mucho que reescribiera la obra, que pusiera en mi libreto indicaciones de dirección, indicaciones escénicas, coreografías, y eso me sirvió mucho".
Esta obra llevó más de una década en su escritura y después en su preparación para levantar el telón, es por eso que ahora Vince dice estar viviéndola desde otro momento de su vida, ahora es más como un aprendizaje y como una forma de nutrir el corazón, pero cada letra de las canciones que componen este musical, encierran las veces que a él le rompieron el corazón, y que incluso lo mandaron a terapia, pero también de las ocasiones que le tocó a él decir adiós.
"Todo el tiempo de creación de la obra, sin darme cuenta, y puedo hablar por mis socios, nos fue sanando el corazón del lugar donde estábamos a donde a donde terminamos una vez que finalizamos de escribirla, ahora tenemos el corazón con cicatriz pero nuevo y fuerte, fue como una terapia", señaló Vince Miranda.
Natalia y Vince lograron una gran química en el escenario, transmitiendo ternura y complicidad, lo que hizo que el público presente en el Teatro Ramiro Jiménez se emocionara, incluyendo a Consuelo Duval y Alex de la Madrid, quienes fueron los padrinos de la noche.
"Mientras veía la función y a cada uno de los miembros de este espectáculo, con tanta pasión, con tanto amor, me conmovía, lloraba y emocionaba, todos hemos amado a alguien, estos textos y estas canciones nos llevan a esos momentos de amor. Yo tengo 10 años sin pareja y hasta ganas me dieron de tenerla. ¡Bravo! Qué Dios los bendiga, que les ilumine cada noche el escenario porque ustedes nos iluminan el corazón con su trabajo", expresó Consuelo Duval.
Alex de la Madrid explicó que ha sido testigo de este proyecto desde sus inicios y siempre lo hacen llorar, por lo que agradece que le regalen este tipo de conexión al público, pero además verla escenificada con Vince y Natalia fue maravilloso para él.