Ciudad de México
David Huerta, el poeta que siempre se definió como hijo de la generación del 68, que fue autor de “Incurable” uno de los poemas largos más celebrados de la literatura mexicana; un enorme poeta y ser humano; un maestro de muchas generaciones, un hombre que amaba la vida y la poesía, hijo del gran Efraín Huerta, murió ayer por mañana en su casa, a los 72 años, por una insuficiencia renal.
Su esposa, la escritora Verónica Murguía confirmó la muerte del intelectual mexicano, quien amaba la docencia y seguía siendo un hombre de mirada curiosa y amante de la palabra y el pensamiento. Sus restos serán velados desde esta tarde-noche en la funeraria Gayosso Félix Cuevas.