Ciudad de México
Cuando era niño, a Mauricio Ochmann nunca le gustó la Navidad. El actor de 45 años nació en Estados Unidos, pero desde los dos años se mudó a México con su mamá adoptiva, después de que ella se divorció de su padre adoptivo.
Nunca conoció a sus padres biológicos y en México recibió el apellido de su padrastro, el alemán Thomas Ochmann.
Nunca sufrió, recuerda, pero por alguna razón estas celebraciones no significaban precisamente paz, esperanza y armonía para él.
“Por mi historia de vida, por lo que me tocó vivir de niño, a mí la Navidad no me entraba, como que no era algo que estuviera dentro de mí; la veía más que como una etapa de amor, como un momento de hipocresía, de cierta falsedad”, comenta Ochmann en entrevista.
COINCIDEEn eso se parece a su personaje de Chuy en la nueva película que protagoniza, “Reviviendo la Navidad”, donde interpreta a un hombre que odia la Nochebuena (24 de diciembre) .
Ochmann recuerda cuando en la vida real él también tuvo que aprender a revivir su espíritu navideño.
“Cuando nació mi primera hija empecé a vivir la Navidad; fui papá de Lorenza, pero papá mío al mismo tiempo; fue como abrazar a ese niño y cortar con esos traumas y circunstancias adversas que me tocó vivir y revivirlo de otra manera”.
SE DIVIDEOchmann destaca la importancia de recapacitar y ser capaz de cambiar para apreciar el presente y evitar consecuencias.
Este año se dividirá para festejar, por un lado con Lorenza, quien a sus 18 años ya tiene otros intereses, además de los familiares y con la pequeña Kailani, a quien tuvo con Aislinn Derbez, y con quien ya adornó la casa.
“Voy a pasar las fiestas con las dos, pero me tengo que poner un poco de acuerdo porque Lorenza ya trae su propio rollo, pero seguramente pasaremos Navidad juntos y después me quedaré con Kai, y Lorenza se irá a echar relajo por ahí”, cuenta.