Nueva York, E.U.
El superastro caído del R&B R. Kelly fue sentenciado a 30 años de prisión ayer miércoles por usar su fama para someter a jóvenes fanáticas — algunas solo niñas — a abusos sexuales sistemáticos.
Entre lágrimas e ira, varias de las acusadoras de Kelly le dijeron a un tribunal, y al cantante, que se había aprovechado de ellas y engañado a sus seguidores.
En la corte Kelly, se mantuvo con brazos cruzados y la mirada baja.
ADEMÁS PAGARÁ MULTA
Kelly, de 55 años, quien no hizo declaraciones durante la audiencia de su sentencia, también tendrá que pagar una multa de 100.000 dólares. El cantante y compositor multiplatino laureado con premios Grammy fue condenado el año pasado por extorsión y tráfico sexual en un juicio que le dio voz a acusadoras que alguna vez se preguntaron si sus historias eran ignoradas porque eran mujeres negras.
“Aunque el sexo fue ciertamente un arma que usaste, este no es un caso de sexo. Es un caso de violencia, crueldad y control”, le dijo la jueza federal de distrito Ann Donnelly.
La sentencia culmina la lenta caída de Kelly, quien fue adorado por legiones de fanáticos y vendió millones de discos incluso después de que las denuncias sobre su abuso de menores comenzaron a circular públicamente en la década de 1990.
UN CASO INDIGNANTE
La indignación generalizada por la conducta sexual inapropiada de Kelly no llegó sino hasta el surgimiento del movimiento #MeToo, y alcanzó un crescendo con el lanzamiento de la serie documental “Surviving R. Kelly”.
Los abogados de Kelly habían argumentado que su cliente no debía recibir más de 10 años de prisión porque tuvo una infancia traumática “que involucró abuso sexual infantil prolongado y severo, pobreza y violencia”.
Como un adulto con “deficiencias de alfabetización”, el astro fue “estafado y abusado financieramente repetidas veces, a menudo por las personas a las que pagó para protegerlo”, dijeron sus abogados.
EMPRESA CRIMINAL
El jurado de la corte federal en Brooklyn lo condenó después de escuchar que usó su séquito de managers y asistentes para conocer chicas y mantenerlas obedientes, una operación que los fiscales dijeron que equivalía a una empresa criminal.
Las acusadoras alegaron que se les ordenó firmar documentos de confidencialidad y que recibían amenazas y castigos, como azotes violentos, si rompían lo que una de ellas llamó las “reglas de Rob”.
Algunas dijeron que creían que el cantante usaría en su contra cintas de video que grababa teniendo relaciones sexuales con ellas si exponían lo que estaba pasando.
Kelly ha negado haber actuado mal. No testificó en su juicio, pero sus entonces abogados retrataron a sus acusadoras como novias y “groupies” que no fueron obligadas a hacer nada en contra de su voluntad y que se quedaron con él porque disfrutaban de las ventajas de su estilo de vida.
Y AÚN HAY MÁS…
Kelly ha estado encarcelado sin derecho a fianza desde 2019. Todavía enfrenta cargos de pornografía infantil y obstrucción de la justicia en Chicago, donde el juicio comenzaría el 15 de agosto.