Ciudad de México
Desde la cárcel, Harvey Weinstein sigue moviendo los hilos en el Festival Internacional de Cine de Cannes, donde hace tiempo era uno de los productores fílmicos más solicitados.
De acuerdo con The Wrap, Weinstein, quien se encuentra en una prisión de Nueva York, ha estado apoyando a Alexandra Vino, quien según reportes era su pareja en 2020, cuando una avalancha de acusaciones de acoso y abuso sexual hizo caer al otrora ícono hollywoodense.
POR MENSAJES SE COMUNICAFuentes cercanas dijeron al medio que Weinstein envía mensajes de texto con frecuencia a un productor neoyorquino y continúa en contacto con antiguos asociados en Francia, todo en pos de que Vino haga contactos profesionales en Cannes y asista a fiestas exclusivas.
EL NO TIENE CELULAREl vocero de Weinstein, Juda Engelmayer, refutó la información, afirmando que su cliente cuenta con teléfono dentro de la prisión, en la Isla Rikers, de Nueva York.
"No tiene teléfono celular. Es un teléfono de pago por llamada de prisión. No puedo confirmar que esté llamando a alguien en Cannes, pero si es así, está llamando a alguien local y pidiéndole que agregue una llamada a Francia", sentenció.
Engelmayer también aclaró que la relación de su cliente, de 72 años, con la actriz, de 32 años, terminó por lo que ya no está interesado en ayudarla en Cannes.
"Él (Weinstein) y Alexandra ya no son pareja y él no la está ayudando a participar en las fiestas de Cannes", destacó.
Vino, actriz, cantante y guionista, fue captada a bordo un yate en Cannes el pasado sábado, según publicó The Wrap.
SU MODO DE OPERAREn el pasado, Weinstein, fundador de la casa productora Miramax, utilizó los festivales europeos, especialmente Cannes y Venecia, como sus lugares favoritos para cazar mujeres, según docenas de testimonios.
Hace 30 años, en el certamen francés, ganó como productor la Palma de Oro por Tiempos Violentos (Pulp Fiction), de Quentin Tarantino; hace 20 repitió el premio con Farenheit 9/11, de Michael Moore.
EN ESPERA DE NUEVO JUICIOEn 2020, Weinstein fue condenado a 23 años tras las rejas en Nueva York por violación, aunque la sanción fue refutada hace unos meses y está en espera un nuevo juicio en el estado.