Erik Rubín hará de todo para que la Academia Latina de Artes y Ciencias de la Grabación considere a su hija Mía en la categoría Mejor Artista Nuevo para la entrega número 25 del Latin Grammy, que se llevará a cabo el 14 de noviembre en el Kaseya Center de Miami.
El ex Timbiriche, de 53 años, y quien, además, funge como su representante y productor, aseguró que el EP "Nunca Más", de seis canciones, es un trabajo digno de tomarse en cuenta.
"Lo de Mía es un proyecto muy importante, esperamos ser contemplados para los Grammys. Es un disco artesanal donde grabamos con la Sinfónica de Budapest, músicos en Chile, en Estados Unidos, en México, con ganadores de Grammys americanos; entonces, es un trabajo importante que nos encantaría que fuera tomado en cuenta", contó el cantante, en entrevista.
El intérprete de "Cuando Mueres Por Alguien" afirmó que por el momento no piensa regresar a la música, pues apoyar e impulsar la carrera de su primogénita, también hija de la conductora Andrea Legarreta, es su prioridad.
"Ahorita, lo de Mía me tiene volcado, hay mucho trabajo detrás y es mi prioridad. Ella es bastante profesional, no hace falta presión, es muy dedicada y sólo disfrutamos lo que nos gusta hacer. Siempre hemos tenido muy claro que somos muy afortunados de poder hacer lo que amamos y disfrutar cada uno de los procesos", dijo.
Eso sí, en septiembre, Rubín arrancará con los ensayos de la nueva temporada del musical "Jesucristo Superestrella", donde regresará como Judas; Benny Ibarra será Jesús, Leonardo de Lozanne retomará el papel de Poncio Pilatos, Kalimba se une al montaje como Simón, y Yahir dará vida a Pedro, mientras que el rockero Álex Lora incursionará en el teatro musical en el rol de Herodes.
"Estoy como coproductor en una obra que me ha dado tantos, tantos premios y que, sin duda, creo que nací para este papel; entonces, retomarlo desde esta andanza es especial porque cuanta más experiencia tienes, más lo gozas y lo disfrutas", aseguró.