- Ciudad de México
Michael J. Fox tiene 61 años y ha pasado poco más de la mitad de su vida con Parkinson.
El astro hollywoodense, famoso por dar vida a Marty McFly en Volver al Futuro, fue diagnosticado con esta incurable enfermedad cuando tenía 29 años, y aunque al principio creyó dominarla, con el tiempo reafirmó que, además de degenerativa, era impredecible, aunque no se dio por vencido.
Fox, "it boy" de La Meca del Cine, se dejó encuadrar en la atmósfera narrativa de Davis Guggenheim para realizar el documental Still: Una Película Sobre Michael J. Fox, el cual se estrenó en el Festival de Cine de Sundance y ahora está disponible en la plataforma Apple TV+.
QUIERE QUE LO ENTIENDAN"No hablo de mensajes ni de lástima ni de compasión, hablo de empatía y entendimiento porque me interesa que se sepa de la enfermedad y que se generen recursos para que puedan profundizar en la investigación y algún día, sí, algún día, que pueda ser curable", dijo el actor en enlace virtual.
Y fue el documentalista, ganador del Óscar por Una Verdad Inconveniente, quien dialogó con el canadiense-estadounidense sobre la posibilidad de realizar este trabajo con el mero propósito de exponer su caso y no para generar controversia.
UN LIBRO ABIERTO"Yo no hago trabajos para dar un mensaje, si este viene incluido, es involuntario, pero lo que hago va más allá: expongo un caso que quiero que se acentúe, que tenga notoriedad, y las conversaciones con Michael fueron sobre eso.
Construido con diversas entrevistas en la residencia del actor en Nueva York, así como con su esposa Tracy Pollan y con dos hijas de sus cuatro retoños, el filme explora el progreso de la enfermedad que obligó a Michael a retirarse de la actuación muy joven, a mediados de la década de los 2000.
"Cualquier persona que piense en un documental sobre mi vida puede ser drama, no entiende la perspectiva completa. Yo me río mucho y me gusta reír porque hay cosas que me causan risa y mi vida no es amargura, he entendido que es mi vida así, como la tengo hoy. y la vivo", acotó Michael J. Fox.
Así que hay escenas simpáticas, como cuando los Fox hablan de juegos de mesa y viajes en conjunto, hasta escenas desgarradoras, como cuando el histrión recuerda que el primer síntoma de su enfermedad se anunció como el movimiento involuntario, constante y extraño, de su meñique. Era ingobernable, y su esposa le dijo que tenía que examinarse. Desde entonces, su vida cambió.
UN MAPA EMOCIONALA consideración del director, productor e investigador de 59 años, el documental se transformó en un mapa emocional y audiovisual de lo que sucede con la Enfermedad de Parkinson, que es un trastorno progresivo que afecta al sistema nervioso y a la mayoría de las partes controladas por este sistema.