Cuenta todo de su vida

• Ciudad de México

Gustavo Cerati era un amante de la vida que no creía en cosas imposibles. La soledad era un crimen para él: nunca pasó un millón de años luz sin compañía. Le gustaba manejar rápido en la ruta y en la vida. Por su sangre corría la creatividad como un torrente de ideas para romper las reglas y dejar un legado musical.

La vida siempre da giros insospechados, y eso bien lo sabe el periodista argentino Sergio Marchi, pues en 1998 le propuso a Cerati escribir su biografía, proyecto que quedó en veremos. Hoy, años después del adiós del ídolo, del artista que saltó a la fama internacional al frente de Soda Stereo, ve la luz Algún Tiempo Atrás. La Vida de Gustavo Cerati. 

Era tan fan de Don Gato y Su Pandilla que le puso Benito a su hijo por Benito Bodoque. Y al nacer Lisa, completó su sueño y hasta compró libros de padre primerizo.

Después de cada show le gustaba salir de fiesta y conocer gente. A veces pedía una consola para poner la música que le gustaba. Llegó un momento en que fumaba hasta dos cajetillas y media de cigarros al día. Sufría dolores de cabeza.

Como solista, durante la gira de Fuerza Natural (2009) tuvo que reprogramar un concierto en Chile porque se le fue la voz debido al aire acondicionado y presentaba fiebre. Tras los desvelos, el consumo de tabaco y problemas de salud, antes de volar tenía que aplicarse una inyección para que su sangre estuviera anticoagulada.

Dejó de fumar un tiempo, pero su cuerpo le pedía el cigarro. Después de tocar el sábado 15 de mayo de 2010 en Caracas, Venezuela, se tomó una foto con su equipo de trabajo. Se dieron cuenta de que estaba pálido y no podía hablar, le tomaron la presión: estaba altísima, se desvaneció, paramédicos ordenaron llevarlo a un hospital. Al llegar, el nosocomio no tenía luz.

Fue operado pasadas 72 horas para que su cerebro se desinflamara. En unos días su condición se agravó. Un equipo de seguridad vigilaba que nadie ajeno a la familia pudiera verlo.

El 7 de junio fue trasladado de Caracas a Buenos Aires en un avión sanitario y hospitalizado para continuar en observación. El 24 de octubre ingresó a la clínica de rehabilitación ALCLA; su último "hogar". Su madre, Lillian, mantenía la esperanza de verlo despertar del coma y mantuvo un lazo estrecho con los fans.

Pasó cuatro años ahí. Cerati cumplió 55 en la clínica, internado, y tres semanas más tarde, el 4 de septiembre de 2014, a las 9:53 horas, el genio abrazó el resplandor.

Si bien Cerati era el guía de Soda Stereo, con el tiempo la relación entre los tres amigos se desgastó. Hubo diferencias, heridas sin sanar, pero Zeta y Charly fueron al hospital a despedirlo. No quisieron hablar con Marchi para su libro.

Algún... salió a la venta el 1 de mayo en Argentina; en México está disponible en formato digital.