CIUDAD DE MÉXICO.-Para la mexicana Melissa Barrera fue un gran acierto que el bailarín, coreógrafo y ahora director Benjamin Millepied (El Cisne Negro) le haya dado la nacionalidad mexicana a la heroína de su ópera prima, el musical Carmen.
Basada en la novela de Prosper Mérimée, que inspiró la ópera Carmen, se trata de una mujer indocumentada que proyecta una fuerza capaz de superar cualquier adversidad, un personaje lleno de pasión.
"Creo que es una característica de las mujeres mexicanas: somos luchonas, aguerridas, hacemos lo que necesitamos hacer para cumplir nuestros sueños y para sobrevivir", expresó Barrera (En el Barrio, Scream) en entrevista.
"También creo que es una historia muy diferente para México, porque no vemos películas así normalmente. No nos dan oportunidad, como mexicanos, de ser parte de este tipo de filmes que son muy poéticos y épicos, misteriosos y como sueños".
Tras la muerte de su madre a manos de dos pistoleros, Carmen decide cumplir su última voluntad y deberá cruzar la peligrosa frontera entre México y los Estados Unidos.
Aunque ya había protagonizado En el Barrio, otro musical, Barrera sorprenderá aquí con los movimientos de baile que ejecuta.
"La danza es su lenguaje. Es la manera en la que ella expresa todo lo que está viviendo. No lo habla, sino que lo baila. El baile es un lenguaje internacional, por eso se me hace tan poderoso.
"Lo que yo tenía qué lograr en esta película es parecer que soy una bailarina con talento natural, que tiene algo especial, salvaje, sin domar, porque viene de una familia de bailarinas".
Barrera no fue la única mexicana en la producción, pues Julieta Venegas colaboró en la composición de algunas canciones y Lynn Fainchtein en la supervisión musical.
Para la intérprete, hay orgullo por formar parte de esta película franco-australiana, cuya historia comparte con Paul Mescal, el actor irlandés nominado al Óscar por Aftersun.
"Me enorgullece mucho poder interpretar a una mexicana, como lo soy", señaló.
"Siempre abordo yo los personajes por lo que tenemos en común, y lo que me di cuenta que teníamos en común Carmen y yo es que venimos de una familia de un matriarcado, de mujeres fuertes, perseverantes y luchonas, y eso es parte de la historia de mi personaje".