- Ciudad de México
Sólo dos grandes actrices como Susana Alexander y Azela Robinson podrían hacer que el público se carcajeara con temas como la muerte y el fraude, gracias a que dieron cátedra de cómo manejar el humor negro, pero sobre todo cómo se debe llenar el escenario con una interpretación convincente, tal y como sucedió la noche de ayer en el estreno de la obra “Si te mueres... ¡te mato!”, en el Teatro Fernando Soler, del Centro Teatral Manolo Fábregas.
“Es una suerte tener este texto, porque es una obra redonda, la señorita (Azela Robinson) y una servidora no tenemos pierde, nuestra directora nos anda guiando para que no nos perdamos, es un momento de gran jolgorio para la gente”, explicó Susana Alexander.
“Sí te mueres... ¡te mato!”, cuenta la historia de Lucía (Susana Alexander) y Gloria (Azela Robinson), dos enfermeras que tienen bajo su cuidado a una anciana de origen serbio, pero cuando esta mujer muere lo que pintaría para ser una tragedia, por el hecho en sí y el eminente desempleo de las cuidadoras, se convierte en una hilarante oportunidad para cambiar sus vidas.
El productor Guillermo Wiechers explicó que tenía muchas ganas de montar esta historia, porque tenía la certeza que juntar a un par de actrices como Susana Alexander y Azela Robinson iba a ser todo un acierto, el cual confirmó esa noche por el aplauso de pie que recibieron al final de esta función.
“La semana pasada tuvimos nuestras primeras funciones y la gente salió muy contenta, estamos muy felices con todo porque ha sido muy armónico y nada como la armonía en el teatro y creo que se siente. Con la compañera (Azela) desde el primer día hicimos click, y ahí estaba nuestra pobre directora (Leticia Amezcua) viendo que las dos locas pues se soltaban”, dijo con gran sentido del humor Susana Alexander.
Para Robinson este humor le va muy bien al mexicano, porque aprende a cargar con el dolor a través del sentido del humor, gusta de reírse de la muerte porque es lo único certero que se tiene en la vida y el humor los hace fuertes ante lo que va a suceder, porque la muerte llegará algún día, por eso no cree que el reírse de lo que sucede con la anciana que estas dos mujeres cuidaban sea políticamente incorrecto.