Ciudad de México
A los nueve años, las películas favoritas de Ana Serradilla eran de exorcismos, casas malditas, cultos con sacrificios, historias de pesadillas estelarizadas por Freddy Krueger y cintas dirigidas por Alfred Hitchcock.
La protagonista de "Cansada de Besar Sapos" teoriza que a esa edad buscaba emociones fuertes porque así aprendió a lidiar con el mundo y se preparaba para cualquier horror venidero.
"Me gustaba que me llevaran al parque de atracciones para subirme a la montaña rusa más alta... ¡porque le tenía terror a las alturas! Sabía que de un juego no me pasaría nada malo, entonces estaba tratando de vencer mi miedo, la sensación de vacío y de debilidad.
Era una forma de sobrevivir al dolor, a la contrariedad, mi forma de enseñarme a ser fuerte", reflexionó la actriz en entrevista.
LES DA EL SÍComo una fan del género no quería involucrarse en cualquier cosa, por lo que es hasta ahora, después de 25 años de trayectoria, que por fin aceptó un largometraje de miedo, "No Dejes a los Niños Solos", de Emilio Portes, ya acabó de rodar hace unos días.
El título de la trama es una advertencia que su personaje, Catalina, no atiende. Ella y sus dos hijos acaban de mudarse de casa, pero para resolver los contratos de venta la madre debe dejar a sus pequeños de siete y nueve años.
LA TRAMALa trama, adelantó la protagonista, pone el acento en los conflictos de los infantes que crecen a la par que Catalina descubre la historia del hogar.
"Me daba miedo participar en alguna que no fuera buena. Cuando leí el guion de ´No Dejes...´, no lo solté; sí me dio miedo leerlo. A veces lees cosas que se sienten chafas, éste realmente me atrapó, porque juega con toda la cuestión de lo sobrenatural, lo que se sale de nuestras manos. Nos genera inseguridad y miedo, no era terror por sangre, juega con una cuestión psicológica y eso me pareció muy importante. Ya había tenido la fortuna de trabajar con Emilio en ´Pastorela´; sé que a él le mueve este género y para mí era el director perfecto para atreverme a hacer esto en cine", contó la actriz.
"Ha sido un proyecto extremadamente demandante, porque las escenas requieren de mucho esfuerzo emocional, mental y físico. Psicológicamente vas llevando la historia hasta llegar al momento de desesperación tremenda", detalló.