Ciudad de México
Con una exposición y un concierto especial, a cargo del director de orquesta Alonso J. Burgos, María Félix fue recordada en su 110 aniversario de su natalicio, en El Palacio de Hierro Molière.
La pieza musical "Mexicana del Mundo: Retrato Sinfónico de María Félix", dividida en tres tiempos, resumió un manojo de emociones contenidas en el director, quien concluyó la puesta en escena con un par de "¡vivas!".
Uno por ¡México!, otro por ¡María!, la mujer de todos los tiempos, actriz, celebridad del jet set parisino, coleccionista de arte y joyas, diva del cine nacional, inspiradora de artistas del pincel y no menos bellas canciones.
Rompedora de patrones femeninos, mujer líder, incluso crítica incisiva de su propio País, Félix fue recordada en su natalicio del 8 de abril y homenajeada en su muerte en igual fecha.
Sillas blancas alrededor de la orquesta lucieron ocupadas por un público en su mayoría femenino. Los acordes nobles del primer tiempo trajeron a la mente el rostro de una mujer de belleza superlativa, de ceja arqueada y cintura breve.
El segundo tiempo, en el que destacó el trotar de sus amados caballos, contrastó con la suavidad del cierre, nostálgico y soberbio, muy parecido al hilo conductor de la artista del lunar en el pómulo.
Integrada por 55 atuendos que siguieron como segunda piel el paso de la Doña por su casa de Polanco, París y Cuernavaca, incluso por el mundo, estaban de frente, dispuestos a ser acariciados por la mirada de los visitantes.