Ciudad de México
En un futuro en el que la homofobia y el racismo no existen, la tripulación de Star Trek: Discovery, serie de ciencia ficción que inició en 2017, se embarcó en su última misión para adentrarse en las profundidades del cosmos lleno de estrellas, que fueron testigo de las leyendas de civilizaciones antiguas y aún quedan algunos enigmas pendientes por resolver.
La historia sigue de cerca a la tripulación del U.S.S. Discovery, de la Capitana Michael Burnham (Sonequa Martin-Green), que busca un tesoro antiguo que ha permanecido oculto durante siglos y contiene un poder misterioso, también deseado por enemigos peligrosos.
EL AMORReconocido por su valentía como médico de la tripulación, el Dr. Hugh Culber (Wilson Cruz) continuará su relación amorosa, con obstáculos como cualquier pareja, con el ingeniero jefe Paul Stamets (Anthony Rapp), oficial de la Flota Estelar del Siglo 23. Ambos actores en la vida real tienen 27 años de conocerse y en la ficción forman una pareja gay.
“Es como si hubieran tenido hambre de ese tipo de representación en este universo y llevar este estandarte de diversidad. Durante la mayor parte de nuestras carreras fuimos invisibles. Creemos que eso sí marca la diferencia.
“Estuvimos dispuestos a hacerlo, incluso si eso significaba poner barreras a nuestras carreras y progresar de ciertas maneras, pero fue una oportunidad culminante conseguir interpretar a estos personajes que marcaron la diferencia”, dijo Rapp, en entrevista.
La serie dice adiós en unos días.
Agridulce adiósRapp compartió que al filmar esta última parte de la serie como elenco no tenían la certeza si habría más entregas, pero decidió disfrutar cada rodaje.
“Cuando estábamos filmando la mayor parte de esta temporada no sabíamos con certeza si iba a ser la última temporada, pero tuvimos la suerte de querer que fuera la última temporada en la que volvimos e hicimos una pequeña oda, una pequeña pieza final para completarla. Saber que era el último día fue muy significativo y agridulce”, agregó Rapp.
Cruz había aceptado un trabajo en Tailandia y no pudo estar presente físicamente durante ese día de grabaciones.
“Es un poco desgarrador decir que no pude ser parte del rodaje de esa coda porque ya había aceptado un trabajo que me llevó a Tailandia, pero fueron muy generosos y amables conmigo porque hicieron FaceTime conmigo. Esta pequeña misión perfecta de cinco años la guardaré cerca de mi corazón”, puntualizó Cruz.