Cristo (José Ron) hace honor a su nombre como un alma caritativa del pueblo de Villa Clara, pero en realidad es un criminal tan obsesionado con Natalia (Carolina Miranda) que la secuestró con la esperanza de que con el tiempo lo amara.
Aparentemente el plan funcionó y ella le entregó su corazón, pero al vivir rodeado de enemigos, el delincuente no cree en nadie y sus inseguridades de la vida en pareja estallarán al ver que Natalia no es quien pensaba, lo que da lugar a la segunda temporada de 'La Mujer del Diablo', que se estrenó el martes en ViX+.
"En la primera (entrega) vemos a un Cristo entero y vamos conociendo poco a poco a lo que se puede enfrentar. Aquí en la segunda tendrá esa parte donde conocerá a otra Natalia.
"Es cuando empiezan las dudas con su gente que trabaja para él y ha estado por muchos años; empieza la desconfianza", detalló Ron en entrevista virtual.
LOS PERSONAJESPara preparar su personaje, Miranda tuvo presente el síndrome de Estocolmo, pues sabe que su personaje vive con un juicio nublado de confusiones psicológicas que la llevan a dar un giro de 180 grados.
En la primera temporada, ella compartió vivencias traumáticas con su captor: el que era su prometido se suicidó y ella se casó con Cristo, lo que cambió todo su panorama y sus intereses.
"Ya con un papelito en mano, una boda, un compromiso como tal, cambia totalmente la relación. Ya podría estar totalmente entregada a Cristo... o no. Esta relación empezó complicada y así seguirá. ¿Cómo logras justificar que logre enamorarse de su propio secuestrador?
"Al final nunca la trató mal. La tenía en contra de su voluntad, pero realmente se desvivía por amarla, por quererla, por cuidarla, protegerla y Natalia se abre con Cristo. Todo es como una bombita", destacó la actriz.