Durante siglos y desde los cuentos de hadas, se ha utilizado a la realeza como un modelo a seguir. Calladas, moderadas y dulces, las princesas parecieran encarnar el comportamiento femenino ejemplar.
Llega una cinta que nos trae la historia de una princesa muy diferente: Corsage.
SUS PENASHay anacronismos en la ambientación que, junto con ciertos hoyos en la trama, hacen que no empatemos del todo con la historia. Tampoco ayuda que se alarga demasiado. Pero es, sobre todo, el personaje de Sisi, que nos mantiene distanciados.
Es cierto que la verdadera Elisabeth de Austria fue rebelde y misteriosa, diferente al deber ser de la realeza. En esta película, la emperatriz es compleja. pero también antipática y engorrosa.