Hay nuevas llaves, pero el juego es el mismo: explorar las diversas relaciones que las personas pueden tener, como la monogamia, relaciones abiertas y viajes poliamorosos.
En la serie El Juego de las Llaves, los hombres colocan las llaves de su automóvil o casa en un tazón, mientras que las mujeres escogerán al azar una y pasarán la noche con el dueño, en un desafío erótico de intercambio de parejas.
Bárbara (Fabiola Campomanes), Leo (Hugo Catalán), Óscar (Humberto Busto), Valentín (Horacio Pancheri) y Carmen (Helena Haro) son los más experimentados; mientras que Olivia (Gaby Espino), Samuel (Alejandro de la Madrid), Daniela (Cassandra Sánchez-Navarro), Rodrigo (Mauricio Garza) y Gerónimo (Luis Vegas) son las nuevas caras de esta tercera temporada, que se estrena mañana en Prime Video.
"Es rico que se haya incorporado gente nueva a la serie, gente talentosa y con trayectoria, lo cual enriquece e invita a que haya nuevas llaves. Un juego de llaves entre un grupo de seis amigos al final se pierde el chiste y llega la monotonía, entonces esta nueva temporada abre la puerta a que continúen nuevas llaves y el juego no pare", afirmó Catalán.
"Lo que me trajo hacer esta serie fue no juzgarme y darme esa libertad real de vivir un personaje libremente porque Bárbara es una mujer muy libre que decide casarse en una boda nudista", dijo Campomanes, en entrevista.
- En esta entrega, Bárbara, Leo y Carmen buscan expandir el juego a un establecimiento exclusivo para que los adultos se diviertan libremente explorando y experimentando sus fantasías.
"Hay personajes que llevan dos temporadas, pero nos incluyen. Nuestros personajes se correlacionan con los que ya están y con las nuevas historias", mencionó De la Madrid.
Además se incorporan un par de parejas que reflejan diferentes personalidades: Olivia y Samuel, colombianos que intentan concebir un hijo, y Daniela y Rodrigo, quienes son estrictos.
"Ser la nueva es como ser esa carnita fresca. La serie es tan maravillosa, son personajes que sabes que te caen tan bien que dices ´esas morras y estos vatos son buena onda en la vida real´. Me sentí muy bienvenida y acogida por ellos", comentó Sánchez-Navarro.
"Está bonito quitar un poco el tabú de lo que está bien y lo que está mal y que verdaderamente pasa en este tipo de cosas en la vida", agregó Garza.