¿Debería una reseña de una película de “Despicable Me” (“Mi Villano Favorito”) ser un análisis reflexivo o simplemente una lista de las cosas divertidas que hacen los Minions en ella? Por mucho que crea en el valor de la crítica de cine, sospecho que incluso los puntos más finos de evaluación se desmantelarían tan rápido como un Minion puede decir “¡Bello!”.
Desde que aparecieron por primera vez en la película original “Despicable Me” en 2010, los Minions han merodeado por las salas de cine con impunidad, absorbiendo unos 4.600 millones de dólares en ventas de entradas y generando una franquicia que, con su última entrega, “Despicable Me 4”, y contando la multiplicación de las películas derivadas de “Minions”, suma con seis filmes, pero podrían ser más.