Cd. de México
La historia vitivinícola de California se escribió entre privilegiados terruños y el trabajo de manos mexicanas, que hacen girar el engranaje de la industria más importante de Estados Unidos.
Como la cultura fundada en tradiciones e idiosincrasias, la vinícola mexicana Mariatinto empalma en su nueva etiqueta, Sin Border, las banderas de México y Estados Unidos en homenaje al 90 por ciento de la industria californiana representada por los que, con la fuerza de buscar un sueño, rompen fronteras.
La expresión de las dos etiquetas de Sin Border se desprende de viñedos de Monterey, Santa Clara y San Benito a partir de las emblemáticas cepas de Chardonnay y Cabernet Sauvignon, vinificadas en colaboración con Ian Brand.
"Nos aventuramos en este viaje con la promesa de honrar y contribuir a aquellos que luchan por sus sueños adentrándose en tierras desconocidas para prosperar; que nos inspiran a reconocer la bondad del trabajo con el orgullo de representar los sueños que se gestan en ambos lados de la frontera", afirma Guillermo González Beriatain, cofundador de Mariatinto.
El homenaje al trabajo de los migrantes mexicanos en viñedos californianos se materializa en una edición limitada de tres mil 500 botellas de Chardonnay y siete mil de Cabernet Sauvignon. Como parte del reconocimiento y apoyo a los migrantes mexicanos, una parte de la venta será donada a la fundación regia CASANICOLÁS, dedicada a apoyar migrantes de ambos lados de la frontera norte.
Cabernet Sauvignon- En nariz destacan frutas negras y rojas frescas, romero y pimienta negra. En boa es mineral con un discreto toque de barrica, buena acidez y taninos pulidos.
- De perfil aromático elegante con notas de piña madura, mantequilla, caramelo y flores blancas. En boca es estructurado y untuoso con un toque de frescura.