La manera más segura de llevar a cabo los Juegos Olímpicos es sin aficionados, indicó el principal asesor médico del gobierno japonés, el doctor Shigeru Omi, en un reporte el viernes.
La presencia de aficionados provenientes del extranjero fue descartada desde hace varios meses y los organizadores tienen programado anunciar a principios de la semana próxima si se permitirá contar con espectadores locales.
“Creemos que los riesgos de contagios dentro de las sedes serían los menores si se realiza el evento sin aficionados”, se lee en el reporte, que fue realizado por un grupo de 26 expertos encabezados por Omi, un exfuncionario de la Organización Mundial de la Salud. El informe fue presentado al gobierno y a las autoridades olímpicas
Reportes que circulan ampliamente señalan que el gobierno pretende permitir hasta 10.000 personas para algunos eventos deportivos y culturales. Se espera que esta política se aplique a los Juegos Olímpicos con techos más bajos en sedes más pequeñas, y diferencias para sitios cerrados o al aire libre.
“Creemos que sería lo más deseable no tener público en sedes cerradas”, agregó Omi en una conferencia de prensa el viernes luego de entregar el reporte escrito. “Sin importar si se realizan los Juegos Olímpicos o no, Japón enfrenta riesgos continuos de un resurgimiento de los contagios que presiona a los sistemas de atención médica”.
Seiko Hashimoto, la presidenta del comité organizador local de los Juegos olímpicos y Paralímpicos, dijo que la decisión final sobre los aficionados muy probablemente será tomada el lunes en una reunión entre los organizadores, el COI, el gobierno de la zona metropolitana de Tokio, el gobierno japonés y el Comité Paralímpico Internacional.
Las autoridades de Japón atribuyen poco más de 14.000 muertes registradas en el país al COVID-19 y ha controlado el virus de mejor manera que otros países, pero no tan bien como muchos de los países asiáticos. Sólo 15% de los habitantes japoneses ha recibido al menos una de las vacunas contra el COVID-19, y gran parte de la población se opone a la realización de los Juegos Olímpicos.