COPENHAGUE — Eriksen sigue hospitalizado tras sufrir un paro cardíaco durante el debut de Dinamarca en la competición ante Finlandia el sábado, cuando tuvo que ser reanimado con un desfibrilador sobre el césped.
“Muchas gracias por sus dulces e increíbles saludos y mensajes desde todo el mundo. Significa mucho para mi y para mi familia", escribió Eriksen en un mensaje compartido por la federación danesa en Twitter.
El mensaje estaba acompañado de una foto del futbolista, de 29 años, posando con el pulgar hacia arriba desde la cama de un hospital.
“Estoy bien, dadas las circunstancias”, agregó Eriksen. “Todavía tengo que pasar algunas pruebas en el hospital, pero me siento bien. Ahora, animaré a los chicos de la selección de Dinamarca en los próximos partidos. Juegan para toda Dinamarca”.
Eriksen y el resto del plantel han recibido una catarata de mensajes de aliento desde todas partes del mundo tras el incidente del sábado, incluyendo de aficionados de las selecciones rivales.
El técnico de Dinamarca Kasper Hjulmand dijo que los numerosos mensajes reflejan que “el fútbol es el fenómeno social más grande del mundo”.
“Es la cosa que puede unir a casi todos en el mundo”, dijo Hjulmand en una rueda de prensa el martes. “Genera amistad entre naciones, razas, géneros, todo. El fútbol es una enorme familia... Y lo hemos visto con todo este despliegue de aprecio por parte de gente de todo el mundo”.
Dinamarca, que perdió ante Finlandia 1-0, se medirá a Bélgica el martes. El lunes, los jugadores de la selección contaron que el centrocampista les pidió que vuelvan a centrarse en el torneo.
El equipo se entrenó el martes por segundo día seguido tras tomar libre el libre para asimilar lo ocurrido. Recibieron la visita del príncipe heredero Frederik, quien estuvo presente en el partido el sábado y estuvo entre los que enviaron mensajes de apoyo a Eriksen.
Hjulmand sostuvo que sus jugadores paulatinamente recuperan la mentalidad ideal para volver a competir.
“Desde el inicio del entrenamiento (el lunes) hasta el final. Yo creo que algo se pudo cristalizar, algo positivo", dijo. “El saber que Christian está bien nos ayuda a todos. Ayer por la tarde se podían ver más y más sonrisas en los jugadores”.
Pero reconoció que regresar al Parken Stadium, donde los jugadores debieron formar un círculo alrededor de Eriksen mientras recibía el tratamiento de emergencia que le salvó la vida, será un reto emocional.
“No creo que tengan miedo de jugar", dijo Hjulmand. “Pero la reacción normal a un trauma como este, no es algo que sólo te afecta en lo individual. También está tu familia, quizás tus hijos, esposa, padres. Es un caja de emociones que se ha abierto. Creo que dimos un enorme paso ayer y hemos dado otro hoy”.