Debutará en los Juegos Olímpicos invernales de Beijing 2022 y se convertirá en el segundo mexicano que participará en la competencia más importante del patinaje artístico.
Carrillo es uno de 30 patinadores que presentará una rutina de dos minutos y 50 segundos en el programa corto. La suya está compuesta por siete elementos: tres saltos (un cuádruple Toe, un triple Axel y uno más combinado con un triple Lutz y un triple Toe), tres giros sobre el hielo y una secuencia de pasos. La música que lo acompaña es Black Magic Woman, del guitarrista Carlos Santana, jalisciense como el patinador.
Los patinadores que por su puntuación se ubiquen entre los primeros 24 lugares clasificarán a la segunda parte de la competencia, el programa largo que consiste en una rutina de cuatro minutos con 10 segundos en los que ejecutan 12 elementos.
El programa largo de Carrillo está compuesto por siete saltos (cuádruple Toe, triple Axel, triple Loop, triple Flip y tres combinados: triple Lutz con triple Toe, triple Flip con Euler y triple Salchow, y triple Lutz con doble Axel), tres giros y dos secuencias, una de salto y una coreografía.
“Vamos a buscar estar en la final, eso sí es clave, estar entre los primeros 24 lugares del programa corto para competir en el programa largo. Y ahí sí que pase lo que tenga que pasar”, dice Donovan Carrillo en entrevista con Proceso.
La rutina del programa corto se montó durante el verano del año pasado con la ayuda del francés Benoit Richaud, coreógrafo de patinaje artístico que ha diseñado programas para figuras olímpicas e internacionales de más alto nivel, como Daisuke Takahashi, Rika Kihira, Bradie Tennell, Savchenko & Massot, Kaori Sakamoto, Elizaveta Tuktamysheva y Denis Ten.
Carrillo tiene un año y medio ejecutando su programa largo. La intención es que, dada la dificultad, pula esa rutina para que la ejecute a la perfección. En este programa largo o libre utiliza tres canciones diferentes con mucho ritmo: Perhaps, Perhaps, Perhaps, interpretada por Carlos Rivera y Daniel Boaventura; Sway, por Dean Martin, y Bailar, por Elvis Crespo.
“Eso es lo que va a presentar si califica en el programa corto, que esperemos que sí; tenemos confianza en ello. La del programa corto ha sido una rutina complicada porque es muy diferente a todos los perfiles que Donovan había patinado antes. La estructura fue un poco más compleja porque la idea es que vaya subiendo el grado de dificultad. No tiene la dificultad más alta, pero sí es bastante buena. Entre más limpios realice los elementos puede ser mucho mejor el resultado que si metemos mucha dificultad. Se espera que tenga una excelente participación en los Juegos Olímpicos”, explica el entrenador Gregorio Núñez.
Como Donovan Carrillo ya no pudo competir fuera del país por la pandemia de covid-19, a Núñez se le ocurrió organizar un simulacro de la competencia olímpica. A puerta cerrada, en la pista de hielo de la ciudad de Querétaro, el deportista se puso los trajes que usará en Beijing 2022 y patinó los dos programas como si estuviera delante de los jueces.
El entrenador decidió que fuera en Querétaro porque ahí está la única pista de hielo de México que tiene las medidas más cercanas a las oficiales de Juegos Olímpicos, es de 56 metros de largo por 20 de ancho. En Beijing, Carrillo patinará en una de 60 de largo por 30 de ancho, por lo que deberá practicar antes de la competencia para ajustar la ejecución de sus rutinas.
Onda latina
En su camino olímpico, así como la mayor parte de su carrera, el centro de los entrenamientos de Donovan Carrillo ha sido la pista de hielo de León, Guanajuato, que mide 50 metros por 23. Claramente las condiciones en las que se prepara no son las óptimas, por eso muchos fines de semana los pasa en Querétaro.
“Desgraciadamente las pistas que tienen más cercanía a las medidas olímpicas están en Monterrey y Ciudad de México, pero son pistas que están muy saturadas, todo el día tienen acumulación de personas. Acá en León la ventaja que tenemos es que la pista tiene menos gente por ser provincia y es un poco más fácil el entrenamiento. También de qué sirve tener una pista olímpica si está llena, no te dejan hacer tus movimientos o no puedes saltar por el peligro de tener un accidente”, detalla.
–¿Le afectará mucho a Donovan que después de sólo patinar en pistas no oficiales ejecute sus rutinas en la pista de Beijing?
–Sí, normalmente hay un proceso como de tres o cuatro días para la adaptación, porque hay que cubrir bastante superficie y también cambiar la velocidad. Estuvimos cuatro días en México que le van a servir como ese previo para llegar a la pista de Beijing.
Además de contratar al coreógrafo internacional Benoit Richaud, cuyos honorarios fueron cubiertos con recursos públicos de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte, Gregorio Núñez también echó mano de la destacada maestra de danza contemporánea Alejandra Ramírez, para ayudar a Donovan Carrillo a mejorar su expresión corporal, darle un poco más de soltura y suavidad a sus movimientos.
“Todo es un complemento, la coreografía, la parte de técnica, la danza; el equipo multidisciplinario con la parte sicológica fue superimportante. Todo se ha ido armando para que sea lo más completo y se obtenga el mejor resultado planeado”, dice Núñez.
Donovan Carrillo quiere disfrutar su participación en los Juegos Olímpicos. A estas alturas sabe que ya entrenó todo lo que pudo y no quiere que el estrés, que ha padecido por la exigencia de su deporte, sea lo que lo defina. Desea que quienes lo vean patinar se conecten a su “onda latina” y disfruten sus ejecuciones.
“En los programas que tenemos contemplados pusimos todo nuestro corazón y empeño. Más allá de querer hacer un gran papel y de exigirme en los entrenamientos el mejor resultado y la mejor presentación, también es importante disfrutarlo. Nosotros, como deportistas, le dedicamos prácticamente nuestra vida a lo que hacemos.
“Ya en este punto no hay cambios que hacer y nada más es cosa de aprender de toda esta experiencia para tener el conocimiento, la madurez y, sobre todo, lo que te deja en sabiduría unos Juegos Olímpicos para el siguiente ciclo, porque esa es mi meta: aventarme por lo menos un ciclo olímpico más y llegar más fuerte en 2026”, dice el patinador.
Hasta hace todavía tres años la carrera deportiva corría a cuenta de los padres de Donovan Carrillo, del propio Gregorio Núñez y de algún patrocinador ocasional que lo ayudaba, convencido de su talento. En su camino a Beijing llegó el apoyo gubernamental: además de la beca que recibe, el patinador tuvo la ayuda de un equipo multidisciplinario que lo atendía en sesiones digitales, por la pandemia.
Carrillo contó con una médica, una sicóloga y una nutrióloga. También tuvo acceso a la atención de distintos fisioterapeutas; quien estuviera disponible lo ayudaba para que su cuerpo siempre esté listo para el castigo físico de los entrenamientos.
Por las restricciones a causa de la emergencia sanitaria en Beijing, ni Donovan Carrillo ni los otros tres deportistas mexicanos que participarán en los Juegos Olímpicos invernales viajarán con sus equipos multidisciplinarios, pero todos estarán acompañados por sus entrenadores. La asistencia que necesiten se las brindará el Comité Organizador de la justa olímpica.
–¿Quién es Donovan Carrillo en el mapa mundial del patinaje artístico? ¿Cómo te ven los otros patinadores?
–Para ellos ya no es una sorpresa escuchar mi nombre en un campeonato mundial, en una competencia internacional. Ya no se preguntan: “¿quién es ese de México?”. Con los resultados que he tenido, poco a poco he logrado construir un nombre en mi deporte, no sólo entre los patinadores, sino, incluso, en el mundo de los jueces; ya me conocen, ya saben quién es Donovan. No nada más soy “el mexicano que patina”, ya me conocen por mi nombre.
El 28 de enero último Donovan Carrillo viajó a Beijing. Competirá el lunes 7 a partir de las 19:15 horas, tiempo del centro de México; y si clasifica al programa libre, entrará en acción el miércoles 9.
La última vez que un patinador mexicano calificó a los Juegos Olímpicos de Invierno fue en Albertville 92, cuando Ricardo Olavarrieta finalizó en el lugar 30. Antes, participó en Calgary 88, donde ocupó la posición 27.