LOS TRAPOS SUCIOS SE LAVAN EN CASA
En nuestro País, donde el nuevo género nacional cinematográfico es la comedia romántica, la propuesta del director Diego Muñoz resulta muy refrescante.
Los Trapos Sucios Se Lavan en Casa apuesta por una trama que parte de la desigualdad social vista desde una perspectiva crítica, pero en un tono divertido.
La premisa del argumento original del director adaptada del guion de la cinta panameño-colombiana de 2009 Secuestro a Domicilio escrito por Lino Georg Von Saenger es sencilla: las empleadas domésticas se rebelan contra los abusos y malos tratos de sus patrones y, de paso, revelan algunos oscuros secretos.
La tropicalización del argumento funciona bastante bien, al igual que el tono de humor negro de su narrativa.
Giovanna Zacarías y Lisset, como empleada y patrona respectivamente, llevan el peso de la película y lo hacen bastante bien aprovechando los recursos de comedia, pero sin banalizar la seriedad del tema.
Los Trapos Sucios Se Lavan en Casa es una comedia diferente por su temática y su vigencia, que ofrece el reflejo de una realidad que nos resulta incómodo aceptar.
Interesante.
SUPERCOOL
Jonah Hill y Michael Cera son Seth y Evan, un par de amigos poco populares en sus últimos días de preparatoria, quienes deberán separarse, ya que no lograron quedar en la misma universidad. Obviamente, la despedida es excusa para emborracharse y, claro, perder la virginidad. Cuando un menos popular amigo de ellos (Christopher Mintz-Plasse) consigue una identificación falsa, Seth y Evan ven la oportunidad de anotarse puntos con las chicas de la escuela, al comprometerse a llevar alcohol para una gran fiesta. Aunque el planteamiento parece la típica película de adolescentes de los 80, un efectivo guión convierte a la cinta en algo más que la acumulación de chistes con referencias sexuales. A final de cuentas tiene mucho corazón. La cinta tiene varios actores en los inicios de sus carreras, que ahora son grandes estrellas, como Emma Stone, Seth Rogen, Bill Hader y el mismo Hill.