PROMISING YOUNG WOMAN
Una mujer finge emborracharse para poner a los hombres abusivos en su lugar, pero detrás de eso, existe un evento traumático esperando a ser liberado.
Ese es el arranque de la ganadora del Óscar de Mejor Guion Hermosa Venganza, que también aspiraba al premio de Mejor Película.
La cinta, escrita por su directora Emerald Fennell, es impactante, y sin duda uno de los trabajos más originales llevados al cine en los últimos años.
Parte de que el proyecto funcione es el extraordinario trabajo de Carey Mulligan como Cassandra, que teje un plan para lograr una justicia que la ley no ha podido lograr.
La actriz hace un papel que es imposible de borrar de la mente, y a mi juicio debió haber ganado el Óscar al que estaba nominada.
Fennell logra además, en su primer largometraje, una radiografía muy actual en el mundo del #MeToo y de la violencia contra las mujeres, que no pueden tomar la justicia por su propia mano.
LA PLAYA D.C.
Su propuesta indudablemente es muy interesante y vigente, su cercanía es a ratos escalofriante y el retrato social que ofrece es otro tanto por su brutal honestidad.
La historia de Tomás puede ocurrir en cualquier parte del mundo: un joven que huye de la guerra y tiene que enfrentar una realidad igualmente hostil dentro y fuera de casa, en una selva urbana donde el racismo y la discriminación son constantes.
Mientras la vida de su hermano Jairo desciende de forma inexorable y desesperanzada y su mejor amigo le comparte el sueño de una vida mejor viajando al norte del continente,
Tomás debe hallar su propio lugar. El trabajo del director es directo, genuino, sin artificios ni embellecimientos de la realidad, con un mínimo de música de fondo y una fotografía cruda y con luz natural.
La cinta significa la oportunidad de asomarse a otro cine y otro modo de expresar la realidad. Eso siempre es refrescante.