Ensucia su imagen en Hollywood

Las acusaciones por abuso sexual se multiplican contra Steven Seagal

Cuando la gente hace acusaciones a menudo miente. Quiere acabar con alguien, vengarse de alguien, quiere fama, quiere dinero. Y no sólo mujeres, también hombres”., Steven Seagal, actor.. Los Ángeles, Estados Unidos De todas las maneras en que un actor sobre el que pesan acusaciones de abuso sexual puede presentarse ante el mundo e intentar limpiar su imagen, Steven Seagal acaba de ejecutar la peor. Durante una entrevista en el programa Newsnight de la cadena británica BBC, la presentadora Kirsty Wars preguntó a la estrella de acción de los 90 por las alegaciones de actrices como Portia de Rossi, Julianna Margulies o Jenny McCarthy, quienes afirman haber sufrido abusos por parte de Seagal. “Usted se ha visto envuelto en alegaciones de acoso sexual”, inquirió Wars. “Pesa sobre usted una acusación de violación. Me pregunto cómo lidia con todo eso”. Acto seguido, Seagal se quita el auricular de la oreja, se levanta y se va. “¿Hola, señor Seagal?”, pregunta la presentadora asombrada, ya sin recibir respuesta. LAS DENUNCIAS Las acusaciones públicas contra Steven Seagal vienen de lejos. Tan lejos que la primera tuvo lugar hace exactamente 20 años, cuando los movimientos #MeToo o Time’s Up no eran ni un sueño. Por aquel entonces la actriz Jenny McCarthy contó a la desaparecida revista de cine Movieline que durante un casting en 1995, Seagal intentó obligarla a que se quitase su ropa pese a que en el guión para el que hacía la prueba no había desnudo alguno. Según contó, ella se fue corriendo asustada de su despacho y Seagal la siguió y le advirtió de que no se lo contase a nadie. McCarthy tuvo valor al contarlo en una revista en 1998, cuando Seagal era todavía una estrella de la pantalla y tenía un contrato millonario con Warner Bros. Aquella confesión de McCarthy no provocó apenas indignación en Hollywood y Seagal no sufrió consecuencia alguna, pues siguió haciendo películas de menor éxito. Pasó tiempo hasta que otras actrices hablaron sobre Steven Seagal y fueron confesiones ya auspiciadas por el surgimiento del #MeToo tras el artículo de Ronan Farrow en el New Yorker en octubre de 2017 que supuso la mecha del movimiento social. A comienzos de noviembre de 2017, Julianna Margulies contó otra historia en un programa de radio. Una en la que no hubo una agresión sexual literal, pero sí una clara amenaza. En 1991 Steven Seagal quiso hacer una prueba con ella en su habitación de hotel. La citó sola, a las diez de la noche y una vez en su cuarto se encargó de hacer saber a la actriz que tenía una pistola. Pocos días después Portia de Rossi, actriz y esposa de la presentadora y cómica Ellen DeGeneres, contó en Twitter algo más inquietante y parecido a la historia de Jenny McCarthy. “Mi audición final para una película de Steven Seagal tuvo lugar en su despacho”, escribió en un tuit. “Me dijo lo importante que era tener química fuera de la pantalla mientras me sentaba y empezaba a desabrocharse el cierre de sus pantalones de cuero. Me fui corriendo y llamé a mi representante. LA ACUSACIÓN MÁS GRAVE En marzo del presente año Regina Simons, que hizo de extra en la película “En tierra peligrosa” de 1994, acusó al actor de haberla violado cuando tenía 18 años. Otra mujer, Faviola Danis, contó que durante una prueba cuando tenía 17 años Seagal le pidió que desfilase para él en ropa interior e intentó besarla y le hizo tocamientos por debajo de sus prendas. Cuando intentó salir de la habitación de hotel donde estaban, según su versión, el guardaespaldas de Seagal —que estaba fuera— bloqueó la puerta y no le permitió salir hasta que la estrella de cine le indicó desde dentro que la dejase ir. Todas estas acusaciones suman a Seagal a la lista de actores sospechosos de haber tenido un comportamiento monstruoso continuado en una industria que se hacía de la vista gorda. Ni agentes, ni guardaespaldas ayudaron a estas mujeres. La única vez que Seagal se pronunció al respecto fue durante una entrevista hecha a través de Skype con un informativo de San Diego. “Cuando la gente hace acusaciones, a menudo mienten”, declaró. “Quieren acabar con alguien, vengarse de alguien, quieren fama, quieren dinero. Y no solo mujeres, también hombres. Muchos hombres y mujeres mienten cuando acusan a hombres y cuando mienten, acaban con la credibilidad de muchas víctimas reales”. Antes de que todas estas acusaciones salieran a la luz, la fama de Seagal en Hollywood era la de un tipo extraño y hosco. En 1991, cuando empezaba a ser una gran estrella del cine de acción, Seagal fue el presentador invitado al programa Saturday Night Live. Sus compañeros de espacio recuerdan con disgusto su paso por el escenario, el trato desagradable que dio a los trabajadores y su actitud poco participativa para los números cómicos. Se negó por ejemplo a participar en uno en cuyo guión otro actor indicaba que era más fuerte que él. Además, de forma casi unánime, los espectadores y críticos lo consideraron uno de los peores presentadores en la historia del programa. Por ahora, Seagal ha tenido suerte. La oficina del fiscal del distrito del condado de Los Ángeles ha decidido no presentar cargos contra él por un delito de agresión sexual ocurrido en 1993, puesto que ya habría prescrito. El actor sigue rodando películas y según The Moscow Times, ha expresado su interés por convertirse en gobernador de Primorie, una región al este de Rusia.