Ciudad de México
Con comerciales astutos durante el Super Bowl, una fruta irresistible y un apetito al parecer insaciable de los consumidores en Estados Unidos, los productores de aguacate de México han conseguido hasta ahora separar los aguacates del terreno en conflicto que los produce, al menos hasta que una amenaza a un inspector de agricultura estadounidense esencialmente cerró las exportaciones la semana pasada.