Ciudad de México
Los conflictos armados entre grupos del crimen organizado y la reacción de pobladores han generado crisis de inseguridad las últimas semanas en Tamaulipas, Zacatecas, Chiapas, Michoacán, Oaxaca y Guerrero a pesar de la presencia de la Guardia Nacional, Ejército y Policías locales.
En Tamaulipas, las balaceras por la pelea del territorio han convertido a ciudades como Reynosa en campos de guerra.
El Cártel del Noreste (CDN) se disputa con el Cártel del Golfo (CDG) el control de las aduanas, el narcotráfico y el tráfico de migrantes.
En Michoacán, el supuesto apoyo de policías a “Los Viagras” detonó una racha de violencia en esa entidad, protagonizada por sus rivales del CJNG, revelaron fuentes militares.
Además, pobladores de Aguililla, que sufren narcobloqueos desde el año pasado, reclaman que el Ejército no expulse a los criminales.
“Si los soldados no salen a patrullar no hay diálogo”, dijo a Reforma el párroco de Aguililla.
En Chiapas, hay miles de desplazados por la violencia. Se reporta un aumento de grupos armados dedicados a la extorsión, secuestro, trata y paso de drogas.
Ayer el Presidente Andrés Manuel López Obrador reconoció que si no logra pacificar el país, no va acreditar históricamente su gobierno.
“Si no terminamos de pacificar a México no vamos a poder acreditar históricamente a nuestro gobierno. Sí, no va a ser fácil, ahí vamos poco a poco, pero a lo seguro”.