La realidad fue diferente en la apertura de los puentes internacionales a cosas no esenciales, ya que el puente internacional Reynosa-Pharr, permaneció vacío y sin mayores aglomeraciones vehiculares.
La actividad fue normal, autos particulares pasaban, pero sin largas filas, lo mismo pasó hasta con el transporte de carga, que no generó filas como en otras ocasiones, que se forma caos hasta la carretera Reynosa-Río Bravo.
La expectativa era largas filas, caos en la apertura a cosas no esenciales, en los cruces internacionales, pero todo fue tranquilidad.
Desde marzo del 2020 que se cerraron los puentes a visitar familiares, a comprar o de viajes de placer.
Fueron veinte meses de restricciones a los cruces internacionales, por lo que ahora ya se hay acceso, pero solo para las personas vacunadas.
Casi dos años sin poder comprar ropa, zapatos, enseres y demás, lo que fue aprovechado por los comercios locales, que lograron encapsular las ventas, lo que los salvó de cerrar.
Lo que se esperaba un día con largas filas, pasó sin pena ni gloria, sin aglomeraciones.
El movimiento de carga se mantuvo normal en el puente internacional Reynosa-Pharr.