También deben restringir la asistencia a personas mayores a los 60 años, niños y mujeres embarazadas, adaptando sus instalaciones para que solo se utilice el 25 por ciento, vigilando que todos los asistentes guarden distancia de al menos un metro y medio.
Las iglesias y lugares de culto son considerados de alto riesgo para la propagación del Covid-19, y por ello, el decreto expone: “Se debe comprobar la desinfección semanal, además de establecer medidas de protección especificas para mujeres embarazadas, adultos mayores y niños”.
El servicio presencial solo será un sábado o domingo hasta el próximo 31 de enero, a diferencia de los 3 que solían ofrecer antes del día 16.