Un grupo de franceses al mando de René Robert Cavallier navegaron por el río Bravo en plan fundacional
En búsqueda del colonizador
Un grupo de franceses al mando de René Robert Cavallier navegaron por el río Bravo en plan fundacional
En búsqueda del mítico fuerte San Luis (desde donde partiera al Río Bravo el colonizador francés Rene Robert Cavallier), se armaron ocho expediciones desde Nuevo Reino de León, Nuevo México, Florida, Nueva Vizcaya.Una de esas búsquedas partiría desde Cadereyta, ordenada por Agustín de Echeverz, el Marqués de San Miguel de Aguayo, quien tenía poco más de dos años como gobernador del Nuevo Reino de León.La expedición que rastrearía los pasos del colonizador francés, llevaba 40 cargas de bastimento (entre 5.5 y 6.5 toneladas) que incluía harina, biscochos, carne y chocolate. Esto se transportaba en algunos de los 468 caballos de las dos compañías. El personal de servicio estaba compuesto por 20 personas, entre arrieros, mozos, pajes e indios guías.El viaje de ida y vuelta duró un mes completo entre Cadereyta y la desembocadura del río Bravo, del 27 de junio al 27 de julio de 1868. En jornadas de 2 a 8 leguas diarias (8.5 a 33.5 km) llegaron a la desembocadura. Siguieron primero la margen izquierda del río San Juan, cruzando el río en las inmediaciones de la actual China, Nuevo León. Estas tierras eran de Carlos Cantú quien era cuñado de Alonso de León el mozo, el jefe de la expedición.A TIRO DE MOSQUETEEl río Bravo fue alcanzado el día 2 de julio, río arriba del actual Valadeces en Tamaulipas, llegando a las inmediaciones de la actual ciudad de Reynosa el día 6 y Matamoros el 12 de julio. El día 14 de julio la expedición llegó a la desembocadura del río, donde no se halló vestigios de los franceses. Aquí los sedimentos del Bravo, tornaban el agua a un color bermejo al introducirse por más de una legua (4.19 km) mar adentro. Alonso de León decía que ahí el ancho del río tenía un tiro de mosquete (90 a 100 m) y su profundidad llegaba de siete a ocho brazas (12 a 13.5 m). Los exploradores estimaron que las embarcaciones profundas de la época podían entrar hasta 8.38 km río arriba. Al punto de mediodía, Alonso de León registró la desembocadura con el astrolabio, dando la latitud de 25° y 4’ (actual 25° 56’). El día 15, el jefe de la expedición con un grupo de 25 soldados recorrió el litoral costero por ocho leguas (33 km) hacia el río las Palmas (Soto la Marina). Encuentran en la playa tres canoas, diferentes tipos de maderas, restos de embarcaciones y una caña de maíz que comenzaba a jilotear; todo esto traído por la resaca del mar. En el regreso a Cadereyta se cubrieron largas distancias en cada jornada. Las confrontaciones bélicas con la población nativa fueron frecuentes en el trayecto de ida y vuelta, tornándose más intensas en el retorno. Las prácticas de los colonos con las encomiendas y el tráfico de esclavos indígenas perturbaban a la población nativa. Casi diez años después, el 22 de abril de 1696, Alonso de León el mozo encontró las ruinas del fuerte San Luis. Para ese entonces dirigía una expedición de 114 hombres, era en aquel momento el primer gobernador de la Provincia de Coahuila. Los eventos relacionados con el personaje La Salle y el fuerte San Luis son un punto de partida en la historia, que nos ayuda a entender otros eventos históricos posteriores entre los que se destacan la colonización del Nuevo Santander, a intervención estadunidense en México y la conformación de la frontera entre Estados Unidos y México.*Antropólogo. Cronista Municipal de Reynosa