Ciudad de México
La última vez que los Pumas recibieron al América en Ciudad Universitaria, la vida era otra, y el escenario fue todo lo contrario. El Covid-19 aún no era pandemia en México y aquel encuentro finalizó con un vibrante 3-3. Fue el 6 de marzo de 2020.
La noche de este miércoles, en el arranque de los cuartos de final, con cubrebocas en algunos rostros y con un “aforo reducido” en el discurso, felinos y Águilas regalaron un 0-0 de contadas emociones.
No es la primera vez que el espectáculo en un Pumas-América se ve en las tribunas y no en la cancha. Ambas aficiones dando lo mejor, mientras sus equipos aburrían en la primera mitad. El local se mostró insistente y con constantes llegadas por las bandas. Alan Mozo fue su principal conexión, pero la zaga azulcrema contuvo todos los embates, hasta por aire, cuando buscaban a Diogo de Oliveira y Juan Ignacio Dinenno, dos hombres que podían ganar balones gracias a su talla.
Al minuto 77, Mauro Lainez tuvo la llegada de mayor peligro para las Águilas. Henry Martín desbordó por la banda derecha, tocó diagonal, pero el extremo no pudo definir de buena manera.
Ciudad Universitaria estalló al 85’, pero todo se canceló, fue un mero espejismo. El mediocampista Higor Meritao abrió el marcador, pero el gol fue invalidado por fuera de juego. La fiesta en el Olímpico Universitario se apagó abruptamente con la decisión del silbante Jorge Pérez. Fueron 42 mil 784 aficionados los que volvieron a vivir un clásico capitalino en Ciudad Universitaria... Sin goles.
‘SON PARTIDOS DE UN GOL’ EMPATE AMARGA A ANDRÉS LILLINI
Pumas fue mejor que América, pero de poco sirve. El técnico del cuadro universitario, Andrés Lillini, declaró que se fue del duelo de ida de los Cuartos de Final con un sabor amargo, pues sabe que, a pesar de que su equipo fue dominador, eso sólo será anecdótico si no gana en el Estadio Azteca. “Por como fue el partido, tan cerrado, un gol era determinante, tuvimos 3 muy claras y no las pudimos aprovechar”, abundó.