"Pensé primero en mi hija que ya tenía, después en mi bebé y después en mí, se me complicó todo", afirma en entrevista telefónica Solís, ama de casa de 23 años que vivía con su esposo, un campesino, de Villa Victoria, Estado de México.
En el hospital donde se trataba le recomendaron un aborto, pero ella quería continuar su embarazo.
Podía seguir adelante, le dijeron, pero bajo su responsabilidad, debido a las afectaciones que ocasionarían los medicamentos al bebé.
Además, tenía diabetes, ante lo que su esposo dijo que había que encomendarse a Dios.
"Lo más difícil es que tenía primero mucha emoción de estar embarazada y después estaba triste porque sabía que en cualquier momento podía perder a mi niño", recuerda.
Como el de Cynthia, cada año hay entre 2 mil y 3 mil casos en México, según la Fundación Padma, organización civil que apoya con tratamiento, transporte, vivienda y acompañamiento a mujeres que antes o durante el embarazo o en el primer año después del nacimiento son diagnosticadas con cáncer.
El rango es muy amplio, pues no hay cifras oficiales sobre este tipo de pacientes.
Con motivo del Día Mundial contra el Cáncer que se celebra el 4 de febrero, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) reportó que de 1 millón 86 mil 743 defunciones en México en 2020, 90 mil 603 o el 8 por ciento fueron por cáncer, cifra superior a las 60 mil 421 reportadas en 2019.
Las mujeres, precisó el Inegi, ligeramente padecen más de cáncer que los hombres, aunque no precisó la relación con los embarazos.
Valeria Benavides, presidenta de Padma, afirma que la primera razón de muerte materna en el País, con un 28 por ciento, se debe a causas indirectas no infecciosas, en donde se ubican casos de embarazadas con cáncer.
"No hay datos específicos sobre estos casos y por la especialización, ellas van con un oncólogo y las mandan con un ginecólogo y van con un ginecólogo y las mandan con un oncólogo. Les sugieren el aborto o las dejan solas en esa situación tan compleja", asegura Benavides
Fundación Padma, que sobrevive con donaciones, colabora con el Hospital Regional de Alta Especialidad de Ixtapaluca en el Estado de México, el único con una clínica especializada en tratamiento integral para la mujer y el embarazo.
¿No sería mejor abortar?
"Nosotros apoyamos la decisión de las mujeres", responde.
El 80 por ciento de las mujeres embarazadas y con cáncer, añade, sobreviven si reciben el tratamiento integral que cuide su salud y la de su hijo.
Los tumores más comunes son de mama, cérvicouterino y de ovarios, pero en Padma atienden a todos.
La organización apoya en la actualidad a 85 mujeres, 12 de ellas ingresadas en 2021, una disminución de 50 por ciento de las que ingresaron en 2019 y que Benavides atribuye al miedo a acercarse a las clínicas en tiempos de Covid-19.
"Si no me apoyan, no sé qué hubiera pasado por eso creo que es bueno que haya este tipo de fundaciones", reconoce Cynthia Solís, hoy sin cabello por las quimioterapias que recibe.
Solís vive en Ixtapaluca y confía en que este año reciba un trasplante.
Mientras cuida a su bebé de cuatro meses, a quien llamó Génesis, y que nació sano.