YOKOHAMA, Japón,
Tuvo que recurrir al tiempo extra, porque el sufrimiento es copyright brasileño en Juegos Olímpicos, pero la Verdeamarela retuvo el título del evento deportivo más importante en el orbe, ganado en su tierra hace cinco años, gracias a una anotación de Malcom, quien salió de la banca y aprovechó un grave error de la defensa española (108’) para hacer del estadio Internacional de Yokohama uno de los más gloriosos en la laureada historia del futbol brasileño.
Sobre ese mismo césped, hace 19 años Ronaldo Nazario —el Fenómeno— marcó los dos goles con los que el coloso sudamericano logró su quinto cetro mundial, tras derrotar a Alemania —en la final de Corea del Sur-Japón 2002— (2-0).
Es por eso que esta ciudad, ubicada a menos de 100 kilómetros de Tokio, ya tiene un lugar muy especial en los corazones que se aceleran cada que el Scratch du Oro juega.
Ahora, Malcom y Matheus Cunha (45’) escribieron su nombre con tinta indeleble, porque rubricaron el bicampeonato olímpico para Brasil, que sufrió demasiado para vencer a España (2-1 en tiempo extra).