Este joven luchador reynosense ha crecido enormidades y gracias a su estilo aéreo se ha convertido en uno de los nuevos ídolos no solo de Reynosa sino del Valle de Texas y más allá.
Cada domingo se juega la vida con esos lances suicidas pero también puede luchar a ras de lona si el rival así se lo exige. El hijo de Súper Chucky se ha sabido valer por sí mismo y eso también es digno de reconocer.
Por lo pronto el próximo domingo se presentará nuevamente en Reynosa para enfrentarse nada más y nada menos que a su padre en una lucha que ninguno de los dos olvidará.