Si bien las ciudades hermanas han sido conocidas a lo largo de los años por alimentar la economía binacional recíprocamente, en cuestiones sociales, el aborto legal también configuraba como una de las prácticas que las mujeres fronterizas y cualquier mujer gestante podía realizar al cruzar la frontera.
No obstante, en marzo de 2020 el gobernador de Texas, Greg Abbott, firmó una orden ejecutiva para detener todos los procedimientos médicos no esenciales, incluidos los abortos, con la intención de ahorrar el equipo de protección para la pandemia de coronavirus.
En septiembre de ese año, la clínica Hill Top Women’s Reproductive en El Paso fue la primera clínica en dejar de brindar el procedimiento médico, e incluso declararon que la pandemia fue la principal causa del cierre, señala la publicación de El Diario de El Paso.
“Duró hasta que comenzaron las restricciones de Covid-19”, declaró la organización.
La Dr. Guillermina Núñez-Mchiri, directora de Estudios de Mujeres y Género, de la Universidad de Texas en El Paso (UTEP), aseguró que, a pesar de la posibilidad en El Paso para la asistencia del aborto, era algo “difícil” de conseguir y las restricciones de cruces empeoró la situación.
“Las clínicas en el Paso han abierto y han cerrado. No ha sido fácil, esto ha significado que la mujer ha tenido que cruzar e ir Sunland Park en Nuevo México o a Albuquerque”, dijo Núñez-Mchiri.