COZUMEL, Q.R.
Ambientalistas, investigadores y defensores de esta isla lanzan un llamado de auxilio al gobierno federal: “¡Cozumel ya no aguanta más presión de turismo masivo. Están matando a la gallina de los huevos de oro!”.
Les preocupa la amenaza de ecocidio de los arrecifes por la inminente construcción y operación de un cuarto muelle para cruceros, incluido entre los 39 proyectos del Acuerdo para la Reactivación Económica que el presidente Andrés Manuel López Obrador firmó el 5 de octubre pasado con el sector empresarial.
“¡Cozumel ya no aguanta más presión de turismo masivo”, insisten. Y exigen que se detenga el proyecto en la zona, considerada uno de los principales destinos de cruceros del mundo.
Hasta antes de la pandemia, Cozumel registraba un crecimiento sostenido en el arribo de este tipo de navíos y la captación de turistas por esta vía. En 2013 recibió 894 cruceros que trajeron 2.7 millones de visitantes; en 2019 fueron mil 369 las embarcaciones que atracaron en los tres muelles, con más de 5 millones de cruceristas.
Eso, aseguran los conservacionistas, rebasó la capacidad de carga de la isla; otro muelle resulta perjudicial para la preservación de sus recursos naturales. Eso es lo que les preocupa.
Los ecosistemas y la población de la isla son los que padecen por la “voraz” y “destructiva” industria de los cruceros, dicen, mientras las ganancias son para los dueños del negocio. El proyecto es promovido por Muelles del Caribe, SA de CV, del empresario yucateco José Lorenzo Molina Casares.
De acuerdo con la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) que Muelles del Caribe presentó a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) para su autorización, el proyecto denominado “Muelle Cozumel, Terminal de Cruceros” se ubicará en la costa noroeste de la ínsula. La inversión estimada, según el documento, es de 58 millones 617 mil 23 pesos con 73 centavos, que incluye “un porcentaje para las medidas ambientales”, y tendrá una vida útil de 52 años y medio, de los que 30 meses se contarán para la preparación y construcción de la obra.
No obstante, tras el anuncio del proyecto, la propia empresa de Molina Casares informó que el costo total se elevará a 511 millones de pesos, toda vez que la obra incluye la construcción de una terminal para las maniobras de descenso y abordaje de pasajeros de los cruceros.