Leyendas urbanas
El Cuarto de la Muerte
Leyendas urbanas
Matamoros, Tam.Donde se encuentra el Instituto Regional de Bellas Artes de Matamoros, fue el Hospital “Florencio Anaya”, ubicado cerca de lo que era la estación del Ferrocarril y también del Río Bravo.Fue cuartel y hospital durante la Revolución Mexicana, fueron muchos los heridos que ahí se atendieron. La Cruz Roja estaba en un extremo y cerca de ella, el anfiteatro, donde mandaban a los muertos hasta que los recogieran sus familiares para sepultarlos.De este hospital hasta hoy en día, se dice se aparecen unas monjas (religiosas por su manera de vestir, o quizás es el uniforme de las enfermeras, o eran monjas que servían de enfermeras; también hay otras historias de aparecidos, como la procesión donde un hombre trae un farol y va la familia con él, entonando cantos religiosos).“El Cuarto de la Muerte”, es de cuando era hospital, cuentan que por los años treintas, casi los cuarentas, había un cuarto ahí, donde enfermo que llegaba, moría en la noche; esto era bien sabido por médicos y enfermeras y demás personal del hospital, así que procuraban en lo posible no ocuparlo, pero debido a las necesidades pues se llegaba a requerir, con las consecuencias temidas: amanecían muertos, y la causa nunca se supo.Cierta ocasión un joven médico, estaba de guardia y al día siguiente se casaría; por la noche, dijo se dormiría en el cuarto que estaba desocupado, a lo cual las enfermeras le dijeron que no, explicándole lo que pasaba, él respondió que no creía nada y de estar sano, amaneció muerto.Esto se comentó por mucho tiempo, después este hospital quedaría abandonado, cuando se construyó el nuevo Hospital, el “Dr. Alfredo Pumarejo”, y cuando fue ocupado por Bellas Artes y limpiaron, se sabe que escarbaron y encontraron huesos humanos, se cree que fue del tiempo de la Revolución Mexicana, porque no recogían a los soldados muertos y se enterraron ahí mismo.El área de las habitaciones, después fueron las salas de piano, y muchas personas aseguran los pianos tocan solos en la noche y aunque este edificio está en remodelación, hay quien asegura que se oyen los pianos en la noche, aunque el edificio está solo, así como también ven personas adentro, y esto se pudo verificar hace unos años preguntándoles a los policías que hacían guardia en el edificio, quienes vieron las monjas y la familia de la procesión y aseguraron oyeron los pianos y al buscar quien los tocaba, no había nadie.