LA Red por los Derechos de las Infancias y adolescencias en Chiapas (REDIAS) presentó el informe “La Infancia Cuenta Chiapas 2021”, en el que se aseguró que en el estado viven 2 millones de niñas, niños y adolescentes, quienes representan la tercera parte de la población total de la entidad y que la entidad concentra el 8.1% de la población infantil en riesgo de ser reclutada por el crimen organizado.
Desde el 2005, que se publicó “La Infancia Cuenta”, como una fotografía para conocer las características de la situación de derechos de niñas, niños y adolescentes en México, REDIAS ha dado seguimiento a las infancias de México a lo largo y ancho del país, pero en particular en entidades en extrema pobreza y marginación como Chiapas.
En concreto, en 2015 se realizó un primer ensayo para visibilizar la situación concreta de la Infancia Cuenta en Chiapas. Este 2021, se realizó nuevamente este ejercicio de análisis sobre la situación de la niñez y adolescencia en la entidad.
El documento fue presentado de manera virtual por Tania Ramírez Hernández, directora ejecutiva de REDIM y expertos miembros de organizaciones de la sociedad civil y al sector gubernamental.
Entre los ponentes estaban Jennifer Haza, directora de Melel Xojobal; Brenda Ochoa, directora del Centro de Derechos Humanos Fray Matías de Cordova; Alfredo Ruanova, Visitador General de Niñas, Niños y Adolescentes de la Comisión Estatal de Derechos Humanos; y Miriam Aguilar, como representante de la Secretaría Ejecutiva del SIPINNA en Chiapas.
De acuerdo al estudio “La Infancia Cuenta en Chiapas”, actualmente viven en la entidad más de 2 millones de niñas, niños y adolescentes, lo que representa un tercio de la población total del estado. Dicha población es predominantemente indígena (43%), siendo el tseltal, tsotsil y ch’ol los principales grupos.
Al 2021 y en contexto de pandemia, el panorama para el sector infantil en la entidad es adverso. Se apunta en el informe que de los 2 millones de niños, niñas y adolescentes que viven en Chiapas, 1.6 millones viven en pobreza.
Las y los panelistas identificaron los siguientes fenómenos que ponen en riesgo la integridad y el libre desarrollo de niñas, niños y adolescentes en el estado: Falta de acceso a derechos como la alimentación, la salud y la educación; las uniones y embarazos adolescentes; salud mental e incremento de suicidios; y formas de violencia como la desaparición y el desplazamiento forzado.
Desde un análisis interseccional, el estudio “La Infancia Cuenta en Chiapas” permite identificar, dijeron los ponentes, tres sectores dentro de la población infantil que requieren de manera urgente una atención privilegiada: Infancia y adolescencia indígena; niñas y adolescentes mujeres; y la primera infancia en general.
Se dijo que el incremento en la violencia hacia la infancia fue una de las preocupaciones señaladas durante el evento.
Se señaló a Tuxtla Gutiérrez, San Cristóbal de las Casas y Tapachula como las ciudades con mayor número de homicidios, feminicidios infantiles y desaparición de niñas, niños y adolescentes en la entidad: En 2021, se ha triplicado el número de casos de desapariciones de población infantil y adolescente. Esto significa un promedio de 2 casos de desaparición por día.
Aunado a esto, el contexto de conflicto armado paramilitar en Chiapas se ha incrementado.
Como botón de muestra, se calcula que existen al menos 3 mil personas desplazadas forzadamente por la violencia en los Altos de Chiapas.
En todo este contexto pobreza y violencia estructural, se estima que en Chiapas representa el 8.1% de la población en riesgo de ser reclutada por el crimen organizado.
Se mencionó la situación crítica que se vive en Chiapas como territorio dentro de la ruta migratoria. Además de los riesgos que viven niñas, niños y adolescentes por violencia y accidentes, existe una clara responsabilidad del Estado mexicano en la falta de garantía de sus derechos.
De enero a agosto del 2021, se detuvieron 27 mil 861 niñas, niños y adolescentes: Ésto representa una cifra histórica en cuanto a la privación de la libertad de la población infantil.
Del mismo modo, se recalcó la necesidad de protección especial que tienen las niñas, niños y adolescentes no acompañados, quienes se encuentran en mayor condición de vulnerabilidad.
Una de las conclusiones de las y los panelistas fue la urgencia por poner en marcha el Plan Estatal de Protección de Niñas, Niños y Adolescentes (PROESPINNA) como elemento coordinador de la infancia en Chiapas, el cual requiere para su funcionamiento la asignación de una estructura y presupuesto propio.
En ese sentido, se recalcó la importancia del estudio “La Infancia Cuenta Chiapas 2021”, el cual representa una herramienta de información actualizada respecto a las condiciones de vida y retos en materia de derechos de las niñas, niños y adolescentes en el estado. Esto es fundamental dado que a nivel nacional existen profundas lagunas en términos de acceso a la información de datos desagregados relativos a la infancia como violencia, desapariciones y orfandad.
Finalmente, se hizo un llamado a generar políticas públicas dirigidas hacia la infancia con un enfoque de derechos, perspectiva de género y pertinencia cultural al contexto chiapaneco.