La decisión, aprobada el domingo, es la más reciente de una campaña para reforzar la vacunación y que comenzó el mes pasado con las personas mayores de 60 años. A lo largo de las semanas recientes fue gradualmente ampliada a los mayores de 50, luego a los mayores de 40 y luego a los mayores de 30.
Unas 2 millones de personas —más de 20% de los 9 millones de habitantes del país— han recibido la tercera vacuna.
Israel fue uno de los primeros países en vacunar a su población, lo que le permitió al gobierno eliminar muchas de las restricciones sobre la actividad social y económica. Sin embargo, ahora padece una de las tasas de contagios más rápidas del mundo debido a la contagiosa variante delta y ha reimpuesto órdenes de usar mascarillas y de limitar el tamaño de las concentraciones de personas.
Israel aprobó la campaña de aplicar una vacuna de refuerzo ante evidencias de que la vacuna pierde eficacia al pasar el tiempo. Actualmente ofrece el refuerzo a todo el que haya sido vacunado hace por lo menos cinco meses. Los datos preliminares indican que la vacuna de refuerzo está frenando el contagio de la variante delta y evitando que los afectados sufran síntomas severos.
“La tercera vacuna funciona”, declaró el primer ministro Naftali Bennett al exhortar a la población a ir a recibir la tercera dosis.
“Los resultados están allí, pero la tasa de mortalidad ha empezado a disminuir. Sin embargo, todavía nos queda la fase más intensa de la campaña”, añadió.