BERLÍN
Unas 33 horas después, la sonda espacial europea-japonesa BepiColombo se acercará aún más a Venus en una maniobra diseñada para reducir su velocidad drásticamente y dirigirse con seguridad a la órbita de Mercurio en 2025.
“Sin el acercamiento, no podríamos llegar a nuestro planeta objetivo”, dijo Elsa Montagnon, directora de operaciones de la BepiColombo. “La energía requerida para ingresar a la órbita de Mercurio sería prohibitivamente cara en términos de combustible”.
Ambas misiones llevan varios instrumentos científicos a bordo, algunos de los cuales serán utilizados para observar a Venus conforme pasan cerca.
Las mediciones se añadirán a las tomadas por la nave japonesa Akatsuki, que ya se encuentra en órbita alrededor de este vecino de la Tierra. La NASA y la Agencia Espacial Europea planean enviar tres misiones más a Venus hacia finales de la década.